En medio del conflicto entre el gobierno y los trabajadores municipales por la negociación paritaria, el intendente Mauro Poletti, a través del director del Hospital José María Gomendio, el Dr. Rubén Millán, forzó el retiro de aquellos trabajadores que están en condiciones de acceder al beneficio jubilatoria que se harán efectivas a partir de este 1 de mayo.
Esta medida generó el malestar en los gremios que tienen afiliados en el efector de salud, y motivó que Cicop y SOEM presentaran notas a las autoridades, poniendo en relevancia la ordenanza que establece el “Programa Prejubilatorio Municipal”, sancionada en 2022, que prevé un retiro progresivo de las tareas de aquellos empleados que estén en condiciones de jubilarse.
En esta situación se encuentra un grupo de empleados municipales, médicos y personal jerárquico del hospital que recibieron las resoluciones en las que se les comunicaba el cese de tareas.
Desde el gobierno local entienden que la ordenanza 6587/22, que crea este programa, contradice la legislación provincial vigente, por lo que no puede aplicarse. En este sentido, aclararon que no existe el término “jubilaciones forzadas” y que los ceses de personal están “conforme la normativa vigente el cese de los agentes puede ser dispuesto por el director cuando el personal hubiese reunido las condiciones de edad y de servicio para acogerse al beneficio jubilatorio”.
Además, insistieron que “la gestión de Poletti busca transparentar la situación de cada trabajador municipal, recalcando que las jubilaciones siguen siendo en base a la legislación provincial y las leyes aprobadas en su momento”.
La norma en cuestión establecía que, desde los seis meses antes que se cumpla la fecha para acceder a la jubilación, el agente gozará durante ese sexto y quinto mes antes del cese de una franquicia de una hora diaria; en el cuarto mes la franquicia se incrementará a dos horas; en el tercero y segundo mes, gozarán de un día de franquicia; y el mes anterior al cese se agregará otro día más de franquicia.
Según expresa, “el espíritu de la norma busca hacer menos traumático el momento del cese en las funciones teniendo en cuenta que la mayoría del personal ha realizado su tarea durante más de 30 años”. Y en este caso, “se los ha intimado compulsivamente a cesar en sus tareas a partir del 1 de mayo del presente año”.