Por medio de sus redes sociales, la nicoleña Salomé Seimandi denunció que este fin de semana, mientras estaba en el boliche bailable “El Punto”, ubicado por Ruta 90, alguien le colocó “algo” a su bebida y se descompensó, debiendo ser internada en el hospital de Villa Constitución. En diálogo con EL NORTE, contó que más chicas le relataron que les sucedió lo mismo.
De la redacción de El Norte
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Por medio de sus redes sociales, la nicoleña Salomé Seimandi denunció que este fin de semana, mientras estaba en el boliche bailable “El Punto”, ubicado en Ruta 90, alguien le colocó “algo” a su bebida y se descompensó, debiendo ser internada en el hospital de Villa Constitución. En su relato la joven cuenta que el mismo personal médico le dijo que había consumido una sustancia que la puso en ese estado.
En diálogo con EL NORTE, Salomé contó lo vivido esa larga noche, la previa, el disfrute con amigos, la llegada a la fiesta de disfraces de “El Punto” llevada a cabo este sábado, hasta que le ocurrió lo peor: “A ninguna de las personas que estaban en el grupo les pasó algo así. En un momento voy a la barra a comprar un fernet y ya de ahí no recuerdo nada. Después me despierto en el hospital con un suero, mi mamá al lado y una amiga de las que había salido conmigo”, comentó Salomé a nuestro medio.
“Según el relato de mi amiga cuando compramos en la barra, yo sigo a dos de los chicos del grupo en el tumulto porque había mucha gente, y en ese momento ella me perdió, preguntaban por mí y no sabían dónde estaba.
Empezaron a buscarme por la pista, la barra, hasta que va al baño a preguntar si me habían visto y allí me encuentra inconsciente. Ya antes me habían asistido dos chicas. Yo fui recopilando los hechos según lo que me contaron, porque no recuerdo nada en absoluto. Gracias a que publiqué lo que me pasó en las redes, las chicas que me asistieron en el baño, dos clientas, me dijeron que sintieron golpes en las chapas del baño, entonces me preguntaron si estaba bien, se asoman del otro lado y me ven golpeándome, como si tuviera una convulsión hasta quedar inconsciente.
Ellas lograron abrir y me sacaron desmayada con la ropa abajo. Pidieron asistencia a un seguridad que me levantó y me sentó en una silla, trató de revivirme y yo no respondía, estaba como desmayada. En eso llega mi amiga y de ahí me llevaron a la enfermería del boliche. Dicen que me despierto, que estaba agresiva, que les quise pegar. Y al rato pierdo el conocimiento, me ponen un suero y me llevan directamente al hospital”, explicó sobre esa noche perdida en su mente.
Denuncia
La historia de Salomé va empeorando al saber que le habían hecho ingerir sustancias que la pusieron en ese estado. “Le avisan a mis padres que aparentemente me habían drogado. Me hicieron placas y análisis de sangre. Dicen que yo gritaba, lloraba, estaba agresiva, que en un momento me reía de la nada, decía incoherencias, lo que duró como cuatro horas, hasta que me duermo. Después me despierto a la mañana.
Me explican que me habían drogado, ahí empiezo a mandar mensajes a mis amigos avisándoles lo que me había pasado. La doctora viene a darme el alta, me trae el análisis de sangre y me dice que con eso tenía que hacer una denuncia porque aparentemente me habían drogado. Yo tenía las pupilas dilatadas y estaba en un estado de excitación que no es propio del alcohol y menos que dure tanto tiempo. Si no tomé nada voluntariamente, es porque lo hicieron poniéndome algo en un vaso. Me dan el alta, voy a la Comisaría Quinta de Empalme donde me tomaron la denuncia.
Nunca culpé a nadie, sino que hice una exposición de la que pasé y mi amiga relató todo lo que ocurrió desde que me encontró. A partir de eso me enteré de un par de casos más, muy similares. Una chica, María, me contó que también estaba tranquila bebiendo y que de golpe perdió la conciencia, y que sus amigos la sacaron a upa y le cuentan que no los reconocía y que la llevaron al hospital.
Otra chica, llamada Sole, me contó que había tomado un segundo vaso y después se subió al VIP y allí perdió la conciencia. Los patovicas la llevaron a la enfermería y de ahí al hospital, pero también la chica me relata que ahí le contaron que un rato antes había llegado otra chica en la misma condición, pero a esta le fue peor porque le habían robado el celular, las llaves de la moto y las zapatillas.
Otra joven, Lara, me relató que le pasó algo muy similar el sábado 6, que ella no había tomado nada en realidad y también perdió la conciencia. Son cuatro casos más que se sumaron a lo mío.
No fue un hecho aislado. Yo quiero que esto se difunda para que se tome conciencia de lo que está pasando y que se sumen más testimonios. Me siento anímicamente muy mal, estoy golpeada pero, por suerte, bien de salud.
Yo no culpo al boliche ni a las barras, pero tal vez hay algún loco haciendo eso, poniendo cosas en las bebidas, por ahí con la intención de robar o abusar de las chicas”, explicó la joven.