Hace poco más de un mes sorprendieron a dos personas que intentaban llevarse 25 placas de bronce del interior del establecimiento. Una situación similar se repite de manera incesante, aseguran personas de personas que acuden a llevar flores a familiares fallecidos. “Se volvió algo habitual”, sostienen. Por el momento no hay detenidos ni sujetos señalados
Valentín Cúneo
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Durante el fin de semana, el Cementerio Municipal sufrió una vez más los robos de elementos, generalmente de bronce, que reposan en los nichos y en los panteones de de familias nicoleñas. Al entrar al lugar, algo de suciedad y placas de cerámica rotas invaden la mirada. El sector más antiguo de la necrópolis muestra roturas por abandono y falta de mantenimiento, a lo que se suman las acciones delictivas de algunos sujetos, que, aprovechando la casi inexistente presencia de personal custodiando el lugar, deciden llevarse materiales de cobre para luego revenderlos.
Entre los elementos que se sustrajeron en varios días de hurtos se encuentran placas de familiares sin su foto, puesto que las imágenes están esparcidas por el suelo. También manijas del mismo material, tanto de sarcófagos como de puertas de panteones, bisagras y algún que otro objeto particular que vecinos deciden dejar en su memoria.
EL NORTE se movilizó hasta el lugar para recoger testimonios de familiares de personas fallecidas, quienes no parecen verse sorprendidos por este tipo de hurtos: “Estamos cansados. Hacía años que estaban estas placas colocadas y ahora tenemos que volver a hacer nuevas. Nos obligan a tener que poner las de aluminio. No es lo mismo. La de mi bisabuelo tenía más de 100 años colocada allí”, cuenta una de las personas.
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Quienes trabajan en cercanías del cementerio notan el descontento de muchos visitantes del lugar. ”Está lleno de cámaras de videovigilancia y cuando les preguntás si saben quién es el responsable te dicen que los dispositivos no funcionan. Además, no hay nadie cuidando el lugar. El sector que da a calle Urquiza está olvidado las 24 horas del día. Nadie cuida lo que hay dentro”, aseguran.
“Rompen los nichos, se roban las placas, manijas. Es verdad que esto también sucedía antes, pero no a este nivel. Hoy vienen casi todos los días a robar, solo que nosotros creemos que lo hacen de noche. Las placas de bronce son pesadas, por lo que no es fácil moverte con más de 10. Si alguien controlara se darían cuenta”, expresó indignado un vecino.