La situación es generada por la prórroga del presupuesto 2023 que decidió el presidente y que pone en riesgo, por falta de fondos, el funcionamiento de las instituciones de educación superior a partir del próximo cuatrimestre.
Un informe alarmante ha sacudido al ámbito educativo argentino: el presupuesto asignado a las universidades nacionales ha alcanzado su nivel más bajo en más de dos décadas, según revela un análisis exhaustivo realizado por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ).
De acuerdo con los datos recopilados, el gasto asignado al Programa Desarrollo de la Educación Superior para este año 2024 ha sufrido una drástica disminución del 72% en comparación con el año anterior, marcando así un nuevo récord negativo en materia de financiamiento universitario.
La caída anual en la ejecución presupuestaria para las universidades ha alcanzado un preocupante 34,4%, una cifra que supera ampliamente la reducción promedio del 30% en el gasto público nacional. Este descenso abrupto se produce en un contexto de inflación interanual que ha superado el 200%, exacerbando aún más la precaria situación financiera de las instituciones académicas.
La crisis económica que enfrentan las universidades se refleja en datos concretos y alarmantes: trabajadores de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA han compartido un sitio web que calcula cuándo se agotará su presupuesto, evidenciando la urgencia de la situación.
Ante esta grave coyuntura, diversas organizaciones del ámbito universitario, incluyendo el Consejo Interuniversitario Nacional, organizaciones docentes y no docentes, la Federación Universitaria de Buenos Aires y la Federación Universitaria Argentina, han convocado a una marcha en defensa de la educación pública. La movilización está programada para el martes 23 de abril, con el objetivo de exigir medidas concretas que reviertan el deterioro del financiamiento universitario y garanticen el derecho a una educación superior de calidad para todos los argentinos.