Se encuentra en La Boca, Capital Federal. El lugar recibe cientos de turistas extranjeros y se destaca por sus adoquines y los conventillos de chapa, con sus paredes pintadas de distintos colores.
Caminito es uno de los paseos más emblemáticos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, un atractivo imperdible para quienes la visitan. Con sus conventillos de chapa pintados de distintos colores, es también un museo a cielo abierto de casi 150 metros de longitud. Su trazado sinuoso se debe a que, hasta principios del siglo XX, por allí pasaba el cauce de un arroyo.
Esta zona era conocida popularmente como “Puntin”, el diminutivo de “puente” en dialecto genovés. Esta colectividad italiana, que se afianzó en el barrio de La Boca, es lo que le dio la impronta a la zona.
Durante mucho tiempo este tramo formó parte del recorrido del ferrocarril a Ensenada, a una hora de Buenos Aires. Hasta que, en 1928, el ramal fue clausurado y la vía se convirtió en un callejón abandonado.
El arroyo se secó. Los rieles cayeron en desuso. Sin embargo, contra todo pronóstico, este rincón porteño es uno de los sitios más icónicos de la Capital Federal.
Caminito se destaca por su feria de artesanos y sorprende a diario por la incesante visita de turistas extranjeros, muchos de ellos provenientes de España, Chile, Uruguay, Brasil, México e Italia. Este fin de semana arribaron a la ciudad de Buenos Aires unos 40 colectivos con turistas del exterior que recorrieron La Boca, Tigre y Recoleta, entre otros puntos destacados.