El exconcejal de La Libertad Avanza, recientemente designado como jefe regional de la Anses, contó que fue “muy bien recibido” y que se encontró con un personal “muy predispuesto” en la oficina del organismo. Respecto a la ola de despidos a nivel nacional, opinó: “La pregunta no es si los despidos están bien o mal, sino ir más atrás y pensar si las contrataciones estuvieron bien o estuvieron mal”.
A mediados de marzo, el concejal electo por la Libertad Avanza Lucas Lucero fue confirmado como nuevo jefe regional de la Anses, cargo que está pronto a asumir. En este contexto, contó que “en la oficina regional tuve un muy buen recibimiento”, y se mostró expectante para asumir la función. “El personal es muy predispuesto, y en base a eso creo que uno va a poder empezar a trabajar y a hacer cosas. Lo importante era conocer cómo está la situación actual y hacia dónde hay que llevarla”, señaló.
“Anses debería tener como función principal administrar las jubilaciones y pensiones, pero se ha transformado en un lugar de asistencialismo, un lugar donde se maneja la ayuda social. La intención es que lleguen los beneficios sociales lo más rápido y directo posible a la gente. Esa es la función de Anses”, analizó el funcionario, y se refirió a la decisión del Gobierno nacional respecto a los despidos en las dependencias estatales.
“En líneas generales, hay muchas herramientas para que la gente pueda seguir teniendo acceso a las ayudas y la parte previsional, sin la totalidad del personal que está. La pregunta no es si los despidos están bien o mal, sino ir más atrás y pensar si las contrataciones estuvieron bien o estuvieron mal”, aseguró.
En ese sentido, amplió: “No se trata de cuestionar la idoneidad de quien ocupa el puesto, sino de lo necesario o no que era ese puesto en el momento de la contratación. Uno está manejando recursos del Estado, de otro argentino que está pagando sus impuestos, entonces por respeto a ese pagador de impuestos es que uno tiene que pensar si ese gasto corresponde”.
“El Estado está sobredimensionado. Se ha buscado que el Estado sea una fuente de trabajo, cuando en realidad es un destructor de riqueza”, definió Lucero.
“Las ayudas escolares a las escuelas de gestión privada son absolutamente claras: Anses tiene el dato de cuánto gana el papá, cuánto gana la mamá, y si el chico va a una escuela privada el trámite es muy simple. Entonces, ¿por qué burocratizar esas cuestiones? Ese es un poco la idea de trabajo no solo mía sino del Gobierno en general. Estamos a disposición de la gente y para cuidar sus recursos, no para dilapidarlo o para que eso sea asistencialismo. No hablo ni de la dedicación de la gente que se ha quedado sin trabajo ni de cada condición particular, hablo de la generalidad. Creo que cuanto menos empleados en el Estado, más recursos le quedan al privado para hacer crecer al país”, opinó luego.
Y amplió: “Lo que se pueda automatizar, automatizarlo. Si lo que yo hago lo puede hacer una máquina, tengo que preocuparme en cómo agregarle valor a eso. Si a veces se caían las páginas para que la gente no tuviera acceso a la digitalización. ¿Nadie se pregunta por qué todas las páginas del Estado son complicadas? Hoy uno puede comprar un boleto de tren, de avión en cualquier lugar del mundo con su tarjeta de crédito, y resulta que en el Estado argentino no se puede hacer un trámite. ¿Nunca nadie pensó en eso?”
“Un punto de quiebre”
“Hasta que me convocaron en octubre de 2022, no se me ocurría tener participación en política”, reconoció Lucero. “Pero creo que de una vez por todas las personas comunes, que vivimos de a pie, que tenemos una actividad profesional o privada, tenemos que involucrarnos para poder cambiar. Argentina está en un punto de quiebre, teníamos un país fundido, con un montón de recursos, pero sin educación y con una cultura que cree que el Estado le tiene que proveer de todo. Y eso nos ha roto un poco lo moral. Nos ha hecho creer que no somos ‘capaces de’”, expresó el dirigente.
“Hay que trabajar mucho la educación en general, cómo hacemos para agregar valor. Una cosa es trabajar, y otra es agregar valor. Hoy lo que crece es agregar valor. El mundo se fue actualizando y Argentina se quedó. Estamos viviendo a veces a mediados del siglo pasado. Ya llevamos un cuarto del siglo 21 y lamentablemente los temas son los mismos que a finales del siglo pasado”, remarcó.
“El Gobierno está estabilizando la economía, y a partir de ahí creo que va a haber un crecimiento de los ingresos y luego del aumento de la productividad. Ese es el camino que queda: una caída de la economía durante este año y una fuerte recuperación a partir del año que viene. Seguramente lo vamos a empezar a ver, y hay rubros que se están recuperando va a ser sectorizado porque no hay tanta intervención sobre la economía. Ahí se demuestra un poco que los argentinos no estamos acostumbrados a vivir en libertad, nos cuesta ver cómo hacemos para agregarle valor a la vida del otro”, opinó luego.
Y sobre su breve paso por el Concejo Deliberante, dijo: “Sobre lo que viví puedo decir que los problemas que tenemos los nicoleños nos afectan a todos, independientemente del color político o de la idea base que uno tenga. Y que cuando se busca trabajar en conjunto se puede llegar a algún tipo de solución. Cuando empiezan los partidismos, empiezan las dificultades. Lo que me dejó a mí es el hecho de aprender a escuchar la idea del otro sin emitir un juicio previo, y viendo que el problema que tiene el que está del otro lado es el mismo que tenemos nosotros. Que hay que encontrar la manera de poder resolverlo. Lo importante de ponerse de acuerdo para poder ir en un norte común”.
