La paralización de la obra pública impactó de lleno sobre el empleo en la construcción. Las obras privadas y de menor escala también “bajaron considerablemente”. Así lo manifestaron desde la seccional San Nicolás de UOCRA. En tanto, el precio de los materiales se disparó y cayeron las ventas en los corralones.
De la Redacción de El Norte
[email protected]
La obra pública quedó totalmente paralizada en todo el país. A raíz de ello, en el sector de la construcción la expectativa estaba puesta en un eventual sostenimiento de la actividad de la mano de la obra privada de carácter privado, e incluso en pequeños proyectos. Por el contrario, desde la seccional San Nicolás de UOCRA enfatizaron que ese movimiento también “bajó considerablemente”.
“El trabajo en la construcción se vio muy afectado desde el cese de inversión estatal para la obra pública. En lo que respecta a la parte privada estamos con algunas obras, pero hoy el 70% de los afiliados no tienen trabajo”, aseguró Mario Almirón, secretario adjunto de UOCRA San Nicolás en diálogo con este medio.
“Tenemos una enorme preocupación. Nosotros cuando conseguimos una obra, multiplicamos por cuatro las bocas que se alimentan. Es decir que, si logramos conseguir una obra para 100 afiliados, son 400 las personas que comen por ese trabajo. Tememos que esto se agrave en pocos meses”, agregó de inmediato.
Por otro lado, lleno de esperanza, afirmó que “espero que, para no dentro de mucho, la obra del ProCreAr pueda volver a funcionar. Con la misma cantidad de compañeros y esperanzados en que sean más lo que se sumen. Cuando se terminen las pocas obras que tenemos, serán muchos los trabajadores de la construcción prácticamente sin posibilidad de comer”.
Corralones
En igual sentido, los corralones coincidieron en la merma de las ventas de los materiales para la construcción. Entre los consultados por este diario, en el último mes, los mismos tuvieron entre un 7% y un 10% de aumento, sumado a las bajas ventas desde el mes de diciembre.
“Siempre baja la venta en los meses de verano. Sin embargo, para abril se esperaba un repunte, pero todavía no lo estamos viendo. Las personas que se llevaban materiales para arreglar alguna parte de la casa, que es lo que nos mantenía en movimiento, dejaron de hacerlo”, manifestó el dueño de un corralón local.
“Hoy no tenemos ventas significativas y eso nos preocupa porque para esta época empezábamos a tener más movimiento. Capaz debemos esperar a mayo, aunque el panorama pinta complicado lamentablemente. Sumado a esto, nos vinieron más aumentos en los materiales”, agregó.
Con la última suba de precios, los materiales más llevados para realizar, por ejemplo, un arreglo común en una vivienda, quedaron de la siguiente manera: un ladrillo común cotiza a $92, mientras que uno de cerámico llegó a $525. El palet, por otro lado, puede encontrarse por un valor aproximado de $63.000.
En cuanto al cemento, en algunos corralones se encuentra a $8.300 la bolsa de 50kg; la cal, en su empaque de 25kg llega hasta los $4.700. En cuanto al plasticol, que sirve para pegar los ladrillos, por ejemplo, quedó en $6.900 la bolsa de 40kg. Finalmente, el bolsón de arena de un metro cúbico cotiza a $18.000.
Desde ya, hay algunos corralones que están teniendo más movimiento que otros. Los considerados “grandes”, subieron las ventas, aunque no lo suficiente como hace al menos un año. “Tuvimos más ventas que en los meses de enero, febrero y marzo, pero estamos lejos de los números que teníamos hace un año y medio”, afirmaron.
Con estos valores plasmados anteriormente, un nicoleño que desee hacer una reforma chica en su hogar, gastaría, al menos, poco más de $100.000. Siempre teniendo en cuenta la necesidad de cada obra y sumando la eventual contratación de personal para realizar la misma.
Si vamos a un ejemplo más puntual, arreglar un baño era una de las típicas reformas que solían hacerse con mayor frecuencia. En este caso particular, el responsable de un comercio dedicado a la venta de los artículos necesarios para este tipo de obras, detalló que “siempre fue un gasto de unos 3.000 dólares aproximadamente. Hoy la venta cayó, lo que también hizo que bajen algunos precios”.
Si bien los precios dependen de la calidad de los materiales, en un promedio, un juego sanitario de la denominada línea moderna, cuesta hoy $500.000. Este juego incluye inodoro, bidet y depósito.
El juego de grifería completo es otro dato a tener en cuenta. El mismo se ubica en unos, por lo menos, $400.000. A esto se le suma el bañitori por unos $300.000 y el juego de accesorios y botiquín por otros $400.000 más.
Faltaría aquí la colocación de cerámicos. Sin contar la mano de obra, para un baño promedio que puede tener unos 20 metros cuadrados, un tipo de cerámico considerado barato cuesta hoy $200.000.
Disparidad de precios
Otro dato a tener en cuenta, es la gran diferencia del precio del metro cuadrado para la construcción nueva. Habitualmente, regidos por el mismo índice, el metro cuadrado para la construcción se ubicaba en unos U$D 800.
Hoy, al no haber un horizonte en los precios, quedó, dependiendo la obra, entre los 800 y los 1.000 dólares el metro cuadrado. Este último número es el que más se utiliza en San Nicolás.
“Históricamente, no varía más de los 800 dólares el metro cuadrado. Es más, hubo un momento en el que había bajado y rondana los 600 dólares. Hoy, cambió tanto y al no tener una referencia de precios, dependiendo la obra, te puede costar unos USD1.000”, contó una arquitecta local.
“Para ejemplificarte un poco, en este momento estoy cotizando una obra nueva, y me queda en USD1.000 por el tipo de construcción. El problema viene después cuando hay que comprar los materiales y realizar la inversión en la mano de obra y demás cuestiones que hacen a una construcción. Muchas personas han frenado sus obras por la especulación de los precios”, agregó.