Este tipo de cáncer es el tercero más común a nivel global. Expertos de LALCEC y el Hospital de Clínicas de Buenos Aires alentaron a realizarse los controles que permitan una detección temprana.
El cáncer de colon, también conocido como cáncer colorrectal, se caracteriza por la presencia de tumores malignos en el intestino, el apéndice o el recto. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es el tercer cáncer más común en todo el mundo, representa aproximadamente el 10% de todos los casos de cáncer y es la segunda causa principal de muertes relacionadas con el cáncer a nivel global.
Según el Instituto Nacional del Cáncer, en Argentina se detectan 15.895 casos de esta enfermedad por año. Además, la cifra de fallecimientos causados por este cáncer anualmente sobrepasa las 7000 personas. Solo es superado por el cáncer de pulmón que, acorde al Informe de Estadísticas Vitales de la Dirección de Estadísticas e Información de Salud (DEIS 2022), alcanza los 8471 decesos en el mismo período de tiempo.
Debido a que tiene una alta incidencia, pero a su vez es fácilmente prevenible, los organismos de salud como la Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer (LALCEC) difunden, en especial en el marco del Día Mundial de Concientización de Cáncer Colorrectal que tiene lugar cada 31 de marzo y durante todo el año, información sobre la prevención de la enfermedad.
Informar a toda la población sobre los controles preventivos es importante ya que el cáncer de colon tiende a ser asintomático en las primeras etapas de desarrollo. Ahora bien, ya en los estadios más avanzados, puede provocar dolores abdominales o del recto, cambios en los hábitos intestinales, pérdida de peso, sangrado rectal y anemia, entre otros síntomas. Pero si se lo diagnostica prontamente, las personas que lo padecen tienen un 90% de posibilidades de curarse.
¿Cómo se puede prevenir el cáncer colorrectal?
Los expertos de la LALCEC explicaron que actualmente hay varios estudios que pueden ayudar a detectar la enfermedad tempranamente para comenzar a combatirla antes de que continúe su desarrollo. Uno de ellos es la colonoscopía para que los médicos logren ver con claridad los procesos del intestino. Otro es el análisis de sangre oculta en materia fecal.
Agregaron que un examen no es mejor que el otro, el paciente simplemente debe comprometerse a realizar alguno de los análisis disponibles. El doctor Luis Basbus, médico oncólogo clínico especialista en tumores digestivos, y miembro del Servicio de Oncología del Hospital Italiano de Buenos Aires, comentó que “el problema es cuando las personas, por diferentes motivos, no se hacen ninguno. Sobre una población objetivo que consideramos que debería realizarse alguno de los estudios, estimamos que apenas un 30% efectivamente accede al screening”. Debido a esto la enfermedad prolifera y empeora silenciosamente hasta alcanzar fases que perjudican en mayor nivel a la salud.
¿Cuándo se deben empezar a realizar los estudios?
Las personas con antecedentes familiares de primer grado (es decir, que alguno de sus padres padezca de cáncer colorrectal) o con dos familiares de cualquier grado que hayan cursado la enfermedad deben comenzar a efectuarse estudios preventivos desde que cumplen 40 años, o 10 años previos al caso más joven en la familia, según recomienda el doctor Carlos Alberto Silva, médico oncólogo, coordinador médico y co-coordinador psicosocial de LALCEC.
En caso de no tener historia de esta enfermedad en el seno familiar, los análisis son necesarios de igual manera a partir de los 45 años de edad. La incidencia de este tipo de cáncer es similar en ambos sexos, por ende, toda la población debería acatar estos consejos de prevención.
¿Cuáles son los síntomas de alerta?
La recomendación coincidente de todos los expertos es que, a través de los análisis preventivos, se debe evitar llegar a tener síntomas porque eso permitirá iniciar el tratamiento de manera precoz y efectiva.
El doctor Juan Ignacio Olmos, médico de Gastroenterología del Hospital de Clínicas de la UBA (MN: 139.378), especialista en endoscopía terapéutica avanzada, indicó que “en cuanto a los síntomas, se deben tener en cuenta cambios en el hábito evacuatorio, sangre en la materia fecal, dolor abdominal persistente o inexplicable, o pérdida de peso inexplicada; en cualquiera de estos casos se debe consultar al médico lo antes posible”.
El experto destacó que “es importante aclarar que si bien estos síntomas no siempre indican cáncer de colon, es importante que sean evaluados por un profesional médico para un diagnóstico adecuado y un tratamiento oportuno en caso de ser necesario”.
¿Qué tratamientos existen?
“Para los estadios avanzados, las principales herramientas con las que contamos son una combinación de quimioterapia, terapias dirigidas contra blancos moleculares específicos, como anticuerpos monoclonales, y, en casos seleccionados, la cirugía y la inmunoterapia”, comentó el Dr. Silva.
Por su parte, el doctor Basbus aclaró el funcionamiento beneficial de los anticuerpos monoclonales: “Son un tipo de medicación que contribuye también a aumentar la tasa de respuesta, que expresa cuánto se achica el tumor, retrasa la progresión de la enfermedad, mejora la calidad de vida de los pacientes y, en algunos casos, ayuda a que el paciente pueda ser llevado a una eventual cirugía”.
Este abanico de alternativas les brinda a los pacientes oncológicos mayores posibilidades de incrementar no solo la expectativa de vida, sino también de mejorar la calidad de vida que van a llevar.