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jueves, diciembre 12, 2024
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Sol Amaya: “Sentía que corría por los objetivos de otros, y no por los míos”

La nicoleña finalizó tercera en el Preolímpico y ganó la medalla en el Sudamericano que se desarrolló días atrás en Río de Janeiro. Logró la plaza para los Juegos Olímpicos de París, pero quedó afuera por un ranking “interno” a nivel selección. Volvió a la Selección hace apenas 4 meses, luego de dejar de remar.  “Tenía que volver a intentarlo”, dijo.

Sol, en la redacción de El Norte tras las medallas en Brasil.                                        EL NORTE

EZEQUIEL GUISONE
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Un año atrás la vida de Sol Amaya era bien distinta. Las mieles del éxito deportivo que supo conocer en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires, en 2018, también le habían hecho sufrir en carne propia lo peor del alto rendimiento. Una camada entera de chicos y chicas pasaron de ser héroes a ser prácticamente “descartados” por una dirigencia deportiva y política nefasta. A tal punto fue el destrato, que la nicoleña dejó la Selección. Y dejó de remar. Un parate que podría haber sido definitivo, pero que resultó ser necesario para madurar, para recoger la enseñanza y volver. Porque Sol volvió, y volvió con todo.

Un año atrás, la nicoleña ya no remaba. Proyectaba un viaje a los Estados Unidos mientras continuaba con sus estudios en San Nicolás. Hasta que volvió a remar en el club, en Regatas, su casa. Fue a mediados de 2023. “Me hizo muy bien volver a remar acá en el club, sin ningún tipo de expectativas, simplemente para disfrutarlo”, contó en su visita al programa La Deportiva, de Radio U 89.9. “Tuve un momento en el que no podía entender cómo me había gustado el deporte. No podía ver un bote. Fue terrible”, aseguró, y explicó que “volver acá al club, sin ninguna presión, me hizo cambiar la cabeza y tomarlo desde otro lado. La única presión que puedo llegar a tener ahora es la mía”.

Volver

Según Sol su regreso fue “de a poco”, aunque los tiempos parecen mostrar otra cosa. Corrió el Argentino de Remo en noviembre del año pasado y ganó el oro en el Single. Volvió a la Selección, y en cuatro meses preparó el Preolímpico y el Sudamericano que corrió días atrás en Río de Janeiro, donde cosechó medallas de bronce y plata. “Antes de tirar el Argentino ya estaba decidida a volver a la Selección, más allá del resultado. Mi objetivo en ese campeonato era volver a correr fuerte. Traté de mantener bastante mi foco, porque para mí en ese momento que me fuera bien era terminar una buena tirada, fuerte, y por suerte vino de la mano de un buen resultado”, recordó. 

La vuelta a la Selección argentina ya era un hecho. “Era una espina que tenía clavada el haber dejado la Selección de la forma que la había dejado. Ese último tiempo que estuve no lo había estado disfrutando y la había pasado bastante mal. Sentía que tenía que volver a intentarlo pero desde otro lado, con mi objetivo; sentía corría por objetivos de otros y no por los míos, así que creo que ese fue un punto clave, darme una revancha a mí misma, hacerlo por mí, y no por otra persona”, expresó la nicoleña. 

“Estaba accediendo a volver a la Selección con los mismos entrenadores con los que me había ido, entonces me dije ‘o vuelvo toda negativa como me fui, quejándome de todo y mal, o tomo lo positivo y me enfoco en mí, y que todo resultado va a depender de mí, porque la que sube al bote a hacer fuerza soy yo y nadie más’”, señaló. 

Buscar los Juegos

Después de superar a más de 20 rivales en un selectivo nacional, Sol Amaya fue designada para representar al país en el Single en el Preolímpico de Río de Janeiro, que otorgaba plazas para París 2024. “La presión externa siempre está, la mía también. Una vez que quedé en el Single, fui por todo”, aseguró la nicoleña, y reconoció entre risas que “un poco eso de disfrutar lo dejamos para después; yo quería ir a clasificar para los Juegos”.

“Era entrenar con todo lo que me quedaba, sabía que era poco tiempo, estaba contra reloj corriendo contra chicas que vienen entrenando desde hace dos procesos olímpicos, pero hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance para ir de la mejor manera posible”, agregó.

Sol terminó tercera en el Single (tenía que quedar entre las 5 mejores), pero no pudo llegar a los Juegos porque los dos botes argentinos del Dobles terminaron mejor ubicados (las mujeres ganaron y los varones fueron segundos), y se quedaron con los dos únicos lugares que disponía Argentina para llevar a París.

“Lo disfruté mucho, hacía mucho que no disfrutaba así remar. Hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance para poder llegar de la mejor forma, en cuatro meses. Estoy conforme porque pude correr bien, y sabía contra quién estaba corriendo. Cosas para mejorar hay muchas. Sobre todo sentí que me faltó competencia antes de llegar a esa regata. Estoy muy contenta más allá de esa espina de la clasificación”, reconoció Sol.

Al respecto de la clasificación de los otros dos botes, y con un poco de humor, se sinceró: “Fue un momento horrible”. “Son sensaciones muy encontradas. Son mi equipo, las chicas son mis amigas y quiero que clasifiquen, pero al mismo tiempo yo también quería ir. Te ponen en una situación fea. Una ‘lloradita’ ese día y a seguir”, definió con esa madurez que la hizo aprender de las malas experiencias y volver más fuerte.

Con 23 años, su sueño ahora apunta a Los Ángeles 2028. Conoce lo duro que es el camino, pero sabe cómo encararlo. “Mientras yo lo esté disfrutando, el sueño de ir a un Juego Olímpico seguirá intacto”, concluyó.