El comisario Gabriel Berard admitió que el crimen del futbolista impactó muy fuerte al interior de la fuerza.
El jefe de la Policía de la Ciudad Gabriel Berard calificó como “asesinos” a los tres condenados por el crimen del joven futbolista de Barracas Central Lucas González, ocurrido en noviembre de 2021 en el barrio porteño de Barracas.
“Como padre, me lastimó muchísimo, es algo que en la Policía de la Ciudad no había ocurrido nunca. Hizo un daño a una familia irreparable, y le aseguro que toda la policía, el personal, siempre me hicieron ver esto: la vergüenza y cómo la ciudadanía en el accionar de ellos en la calle la pasaban mal”, declaró el comisario retirado en diciembre pasado en el remanente de la investigación.
“Les echaban en cara esto. ‘Les damos armas para que maten a nuestros hijos’. Fue durísimo para toda la policía”, resumió, ante la jueza Vanesa Peluffo, el fiscal Leonel Gómez Barbella y el abogado querellante, Gregorio Dalbón.
“En los primeros días ya sabíamos que estas tres personas habían cometido un exceso absolutamente imperdonable”, explicó Berard, quien declaró como testigo.
Cuando el abogado Dalbón le señaló que había hablado de “exceso” cuando en realidad se trató de un homicidio agravado por la condición de efectivos de una fuerza de seguridad, Berard corrigió su apreciación.
Así, reiteró el calificativo de “asesinos” y explicó: “ese exceso cuando quisieron explicar, cuando modularon que hubo un enfrentamiento, cuando nos pusieron a todos en vilo para hacer ver de que habían hecho algo medianamente bien como funcionarios policiales y se estableció que no, que eran unos asesinos, que esto no tenían ningún tipo de justificación, como bien se comprobó”.
“No hubo enfrentamiento armado (…) y disparar por la espalda a un vehículo en fuga, todos sabemos… Cualquier funcionario; nadie necesita recibir una orden, cualquier funcionario policial sabe que no puede usar sus armas de fuego contra personas indefensas, podrían haberlo perseguido, haber modulado, haber hecho un cerrojo. Hay muchas cosas que se pueden hacer y vimos que claramente no pasó eso”, evaluó.
Berard reconoció que se reunió con familiares de policías detenidos por el encubrimiento posterior del crimen de Lucas González.
“Ellos pidieron reunirse conmigo. Esto habrá sido meses después. Calculo que en el mes de febrero del 2022 vino un grupo de familiares muy preocupados por las detenciones. Estaban angustiados, entonces les explicamos claramente que había una intervención judicial, que todos debíamos confiar en la justicia, que el hecho de que sean policías, -muchas veces el familiar esto no lo tiene muy en claro-, no significa que tiene ninguna prerrogativa. Al contrario, hay obligaciones que cumplir”, subrayó.