En todo el mundo, casi 2400 millones de mujeres en edad de trabajar todavía no tienen los mismos derechos que tienen los hombres. El próximo 5 de marzo, se conocerá la nueva investigación de la décima edición de la serie ‘La mujer, la empresa y el derecho’ en la que se señala que las mujeres en todo el mundo siguen teniendo menos derechos legales que los hombres y que la escasa aplicación de las leyes sobre igualdad de género agrava las brechas entre varones y mujeres.
De la Redacción de EL NORTE
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El ritmo de las reformas hacia un trato igualitario de los derechos de la mujer cayeron al nivel más bajo en los últimos 20 años, según el último informe del Banco Mundial. El próximo 5 de marzo, se conocerá la nueva investigación de la décima edición de la serie ‘La mujer, la empresa y el derecho’ en la que se señala que las mujeres en todo el mundo siguen teniendo menos derechos legales que los hombres y que la escasa aplicación de las leyes sobre igualdad de género agrava las brechas entre hombres y mujeres. Por primera vez, en el informe se analiza el ritmo de las reformas legales destinadas a crear igualdad de oportunidades económicas para las mujeres y, además, los esfuerzos de los países para implementar esas leyes. En la publicación se revela que existe una impactante brecha en la aplicación en las 190 economías incluidas en el estudio. En la presentación se explorarán vías que pueden ayudar a los Gobiernos, el sector privado y la sociedad civil a eliminar los obstáculos en las legislaciones, las políticas y las instituciones. Así, actores clave de organizaciones multilaterales, como de los sectores público y privado y de entidades sin fines de lucro, analizarán, sobre la base de las conclusiones del informe, maneras de promover el empoderamiento económico de las mujeres con el respaldo de reformas jurídicas, normativas e institucionales.
MARGINAR A LA MITAD DE LA POBLACIÓN
Lo que ha expuesto hasta la fecha el Banco Mundial en el marco de sus investigaciones es que las mujeres gozan apenas del 77 % de los mismos derechos que tienen los varones ante la ley. Al ritmo actual de reforma, en muchos países una mujer que ingresa a la fuerza laboral hoy se retirará antes de obtener los mismos derechos que los hombres.
“Los Gobiernos no se pueden dar el lujo de marginar a la mitad de su población. El hecho de que las mujeres no tengan los mismos derechos que los hombres en gran parte del mundo no solo es injusto para ellas, también es un obstáculo que menoscaba la capacidad de los países para promover el desarrollo verde, resistente e inclusivo”, manifestaron desde la organización.
BRECHA JURÍDICA Y EN EL EMPLEO
El informe La Mujer, la Empresa y el Derecho 2023 midió leyes y regulaciones en 190 países en ocho áreas relacionadas con la participación económica de la mujer. Las ocho áreas son Movilidad, Trabajo, Remuneración, Matrimonio, Parentalidad, Empresariado, Activos y Jubilación. En la actualidad, solo 14 países —todos ellos integrantes de las economías de ingreso alto— cuentan con leyes que otorgan a las mujeres los mismos derechos que a los hombres.
En todo el mundo, casi 2400 millones de mujeres en edad de trabajar todavía no tienen los mismos derechos que tienen los hombres. La reducción de la brecha de género en empleo podría incrementar el producto interno bruto (PIB) per cápita a largo plazo en un promedio de casi un 20 % en todos los países. Según estudios, se estima ganancias económicas globales entre USD 5 billones a USD 6 billones, si las mujeres iniciaran y ampliaran nuevos negocios al mismo ritmo que lo hacen los hombres.
Se estima que harían falta 1550 reformas para alcanzar la igualdad jurídica de género en todas las áreas medidas por el informe. Al ritmo actual, se necesitarían al menos otros 50 años, en promedio, para alcanzar esa meta, señala el informe.
INEQUIDAD PREVISIONAL
El estudio ‘La Mujer, la empresa y el derecho’ también ha documentado una persistente brecha de género previsional en numerosos países, ricos y pobres por igual. Dicha divergencia se debe en parte a disparidades jurídicas con una base de género, por ejemplo, edades de jubilación diferentes y la falta de acreditación de los períodos de cuidado infantil. Como las mujeres tienen vidas laborales más breves, ganan menos y tienen una mayor expectativa de vida que los hombres, es común que cobren menos dinero al jubilarse y tengan que hacerlo durar más tiempo.
Pero el problema es peor en los países de ingresos bajos y medios. Alrededor de dos tercios de la población mundial con 60 o más años de edad vive en países en desarrollo, y se prevé que la proporción aumente al 80 % en 2050. En muchos de esos países no hay una correcta indexación de las pensiones según la inflación, sino que se aumentan discrecionalmente cuando hay espacio fiscal para ello.
