El promedio surge del análisis de los últimos diez días a partir de estadísticas oficiales del Laboratorio de Virología y Biología Molecular del Sanatorio de la Fundación Nuestra Señora del Rosario (UOM), a las que accedió este diario.
La segunda ola del COVID-19 ha puesto al sistema sanitario en alta tensión. El laboratorio de Virología y Biología Molecular del Sanatorio de la UOM trabaja sin pausas en el diagnóstico de pacientes sintomáticos y asintomáticos a fin de dar resultados precisos en 24 horas.
Los indicadores que surgen de esos testeos preocupan en un contexto de consultas que crecen diariamente, incluso, en etapa de confinamiento.
Computando desde el 18 de mayo hasta el 28 inclusive, con excepción del domingo último, el Laboratorio de Virología y Biología Molecular del Sanatorio de la UOM tomó 647 muestras de PCR, con un promedio diario de casi 65 testeos. Esos datos revelaron que las muestras de PCR procesadas en el Laboratorio de la UOM arrojaron una positividad promedio del 45%.
De esos diez días, el porcentaje más bajo se registró el jueves 20 de mayo con 36% de positividad. El más alto se obtuvo el martes 25 de mayo, con el 57% de las muestras diagnosticando SARS-CoV-2 «detectable». Aunque, es preciso destacarlo, durante tres de los últimos cuatro días ese promedio se ubicó por encima del 50%.
Aldo Cáceres Ruiz Díaz, director técnico del Laboratorio de Virología y Biología Molecular de la UOM, describió las prácticas que se vienen llevando allí adelante hace siete meses. “Hemos desarrollado varios tipos de test, desde los detección de antígeno para SARS-CoV-2 que es inmediato o dosaje de anticuerpos, sea en forma cualitativa cuyo resultado es inmediato o bien cuantitativos que demoran un poco más. Pero el Gold estándar o técnica de referencia sigue siendo la Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR), que hoy hacemos a través de los hisopados o por la saliva, técnica validada desde nuestro Laboratorio”, explicó Cáceres Ruiz Díaz en diálogo con este diario.
“La gente está asustada”
El experto virólogo advirtió que “la gente está asustada por la mala información, y busca el resultado lo antes posible. Muchas veces no comprende los tiempos del Laboratorio. Generalmente está mal asesorada, por ejemplo, cuando usan un test de detección de antígenos para buscar un diagnóstico en personas asintomáticas, cuando esta técnica fue validada para ser usada en personas sintomáticas entre su tercer y séptimo día de iniciados esos síntomas”.
Cáceres Ruiz Díaz afirma que la detección de la variante de Manaos trajo mayor preocupación a los nicoleños. “Sin duda que generó una alerta en la ciudadanía. Para hacer esta vigilancia de tipo epidemiológica molecular hubo un consenso en la Fundación Nuestra Señora del Rosario. Se trabaja en forma interdisciplinaria con el Servicio de Infectología coordinado por la Dra. Daniela Arndt y con el apoyo de la Dirección de la Fundación. En cuanto a los cuidados creo que pudo haber servido para generar conciencia de que la pandemia aún no terminó y de que estamos en proceso de segunda ola”, sostuvo Aldo Cáceres Ruiz Díaz, quien está al frente del Laboratorio de la UOM que fuera inaugurado el 21 de octubre pasado, con una inversión de 200.000 dólares, aproximadamente. Un 60% de ese monto fue producto del aporte de los afiliados metalúrgicos, completándose con recursos de Termiun y OSAP.
Contagiosidad y letalidad
La cepa Manaos reúne los dos factores más preocupantes: contagiosidad y letalidad. “La cepa Manaos (variante P1) que encontramos es un linaje descubierto recién en enero de 2021 en Japón. Hay varios estudios que están en proceso de evaluación. Todo parece indicar que las mutaciones en la proteína de la espiga (que le da la adherencia a la célula humana) le habrían dado algún tipo de ventaja que se extrapola en su mayor contagiosidad, entre 1,2 y 2,4 veces más que el virus original. En el espectro clínico no hay nada que demuestre que tiene más letalidad ni que sea más agresiva. Tampoco ataca a un grupo etario diferente, sino a todos por igual”, apuntó Aldo Cáceres Ruiz Díaz.
“Las mutaciones en este tipo de virus son muy comunes. Es un virus con un genoma (corazón) muy grande, con más de 30.000 pares de bases. Cuando los virus se replican y copian sus genomas, pueden surgir errores en la larga cadena de “letras” de ARN o ADN, que determinan cómo se desarrollan las proteínas virales. Muchos de los errores no tienen efecto, o incluso pueden hacer que el virus sea menos apto. Este virus, en particular, ya tiene más de 16.000 mutaciones que no tienen significancia. Lo que se hace con la vigilancia epidemiológica molecular es tratar de adelantarse al potencial comportamiento del virus en la población”, cuenta el virólogo.
En 24 horas
Es valioso dimensionar la importancia que reviste contar con un laboratorio como el de la UOM en un escenario de pandemia. Durante 2020 había que esperar más de cinco días para obtener un diagnóstico certero. Ese mismo resultado hoy se consigue en el Laboratorio del sanatorio metalúrgico en procesos de 24 horas y con una eficacia probada.
“Creo que la población en general y el profesional de la salud no dimensiona el salto de calidad en cuanto a tecnología y nivel científico que aporta el Laboratorio. En infraestructura es, sin duda, uno de los más avanzados del país. Posee todas las normas de bioseguridad recomendadas por International Federation Of Biosafety Associations. De hecho, cuenta con tecnología que solo tienen uno o dos laboratorios en el país (Quantum Studio 5). En este momento nuestro equipo de trabajo se encuentra con muchísima presión debido a la alta demanda, pero aun así estamos entregando resultados en 24 horas si las condiciones de validación están dadas, respetando todas las normas de calidad para un laboratorio de estas características y adhiriendo a normas de gestión de calidad, como por ejemplo, las dictadas por el ITAES (Instituto Técnico para la Acreditación de Establecimientos de Salud)”, completó Aldo Cáceres Ruiz Díaz.