Daniel Adrián Derderian admitió ante el fiscal José Ignacio Amallo haber asesinado a su madre Elsa Margarita Suárez, y a su hermana, Sofía Elsa Aurelia Chaparro. Aunque aseguró que fue para defenderse de un ataque de ambas
El acusado confesó este jueves ante la Justicia que cometió los homicidios pero dijo que lo hizo en defensa propia luego de recibir agresiones por parte de las víctimas. Mientras que un informe preliminar de la autopsia reveló que el arma que provocó todas las lesiones de las víctimas fue “un elemento de punta aguzada, doble filo y largo considerable”. Compatible con el sable samurai secuestrado en la escena del hecho.
Fuentes de la investigación aseguraron que Daniel Adrián Derderian de 45 años admitió ante el fiscal José Ignacio Amallo que el ataque a su madre Elsa Margarita Suárez y a su hermana Sofía Elsa Aurelia Chaparro, se produjo el sábado pasado tras una discusión. Manifestó que no se presentó a la policía porque se asustó. Dijo que estuvo “deambulando” y que llegó caminando hasta Garín, donde finalmente lo detuvieron el miércoles por la tarde.
El fiscal Amallo le imputó a Derderian el “homicidio agravado por el vínculo” de su madre, en concurso real con el “homicidio agravado criminis causa” -es decir, matar para ocultar el anterior delito-, en perjuicio de su hermana.
En su extenso relato, el acusado le contó al fiscal que el sábado en la casa que compartían en la calle Aguado al 600 mantuvo una discusión con su madre y con su hermana, quienes lo corrieron y lo atacaron con un palo y una pala.
El hombre afirmó en su indagatoria que temió que su madre le hiciera lo mismo que hizo con su última pareja. Según él, “llegó a matarlo a palazos para luego prenderlo fuego”, dijeron las fuentes de la investigación, quienes deberán corroborar si esa acusación existió.
Según su relato, luego de que las víctimas lo agredieran, corrió hasta su habitación, donde se apoderó de la katana y asesinó a ambas.
“Primero le di a mi mamá, cayó al piso y ahí quedó. Luego agredí a mi hermana y también cayó al piso. A ambas le di los cortes en el cuello”, confesó el detenido, quien finalmente admitió: “En ese momento no medí, pero supe que las había matado”.
Por otra parte, la médica forense que realizó las autopsias describió en un informe preliminar que las lesiones que recibieron se cometieron con “un elemento de punta aguzada, doble filo y largo considerable” compatible con el sable samurai secuestrada en la escena del crimen.
Con esa descripción, el fiscal Amallo dio por confirmado que la katana hallada ensangrentada y con cabellos adheridos en la escena del doble crimen, fue el arma homicida.
Las autopsias
La médica de la Policía Científica de San Isidro que el martes 13 hizo ambas necropsias, Andrea Ballarini, le remitió al fiscal informes preliminares donde describe a grandes rasgos el estado del cadáver, las lesiones y la causal de muerte.
En el caso de Suárez, la mayor de las víctimas, la degolló. La forense señaló que “se destaca una lesión única en región cervical posterolateral de aproximadamente 21,5 centímetros de diámetro. En ella se observa la sección de planos cutáneos, musculares y la sección de paquete vasculonervioso cervical izquierdo”.
“Puede inferirse que las mismas fueron infringidas desde arriba hacia abajo y desde adelante hacia atrás, con un elemento de punta aguzada, doble filo y largo considerable”, agregó la profesional y explicó que la causa de muerte fue “una hipovolemia por una hemorragia masiva con el consiguiente shock hipovolémico”.
Sobre Chaparro, la forense describió múltiples lesiones de arma blanca en la cabeza, hombros, codo, muñecas, brazos, manos y dedos. Muchas de ellas, de defensa ante generadas por la resistencia de la víctima.
Más allá de la confesión de Derderian y de las peleas que mantenía con las víctimas, los investigadores reconocieron que el móvil del doble asesinato “aún es un misterio”. Por lo tanto, se aguardan más declaraciones testimoniales y se espera que más adelante se someta a pericias psiquiátricas y psicológicas.
De su personalidad, sólo hubo algunos testimonios que lo ligan con alguna adicción. En sus redes sociales se observó que solía publicar imágenes de la Parca, calaveras, personajes de animé con katana como la empleada en los crímenes. Tambièn se veían superhéroes como Wolverine y bastante pornografía.
El hecho se descubrió el lunes por la noche en una casa situada en la calle Aguado al 600, en General Pacheco. Efectivos de la comisaría segunda de Tigre encontraron en el patio de la vivienda el cuerpo de Suárez y de su hija Chaparro, quienes hacían trabajos de costura y arreglos de ropa.
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