La aceleración inflacionaria y la pérdida de poder adquisitivo están impactando en las ventas. Esto se refleja en el comercio y se extiende a todos los rubros, especialmente las prendas urbanas, tanto para mujeres como para hombres. Ante la víspera del cambio de temporada, una comerciante, comentó: “Hoy no podemos establecer precios”.
De la redacción de EL NORTE
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El recambio de temporada se hace esperar, fundamentalmente por la suba inflacionaria que genera imprevisibilidad en los precios. “Hoy no podemos establecer precios”, explicó la propietaria de un local de ropa unisex de San Nicolás.
Paralelamente a este escenario, durante el último período de enero y a lo largo del mes de febrero, se registró una notable disminución en las ventas, afectando negativamente a diversos sectores, en particular al de la indumentaria femenina y masculina. Precisamente, comerciantes del rubro textil sostienen que en San Nicolás la caída de ventas ronda el 50%. Este declive ha generado preocupación en los minoristas. Además, con la llegada del cambio de temporada, se espera un incremento de al menos 100% en los precios, según lo que informan fuentes vinculadas al sector. Por lo que se estima, este aumento podría agravar aún más la situación, ya que los consumidores enfrentarían mayores dificultades para acceder a productos básicos y de temporada. La incertidumbre sobre la evolución económica y la estabilidad de los precios sigue siendo la mayor preocupación para los comerciantes.
Durante los últimos dos meses, las ventas de lencería se mantuvieron estables, a pesar de que cada mes experimenta un aumento del 10 al 15%, afectando a todas las marcas por igual. Esta tendencia al alza en las salidas ha sido una constante, generando expectativas positivas en el sector. Sin embargo, a pesar de esto, los comerciantes siguen atentos a las fluctuaciones del mercado y a los cambios en los hábitos de consumo de los clientes.
“En años anteriores para esta época ya contábamos con la mercadería de la nueva temporada, a estas fechas aún no hemos efectuado la compra de las prendas, producto de la incertidumbre y los índices inflacionarios. Tampoco contamos con valores de camperas que nos han quedado, aunque creemos que serán superiores a $50.000, sin poder afirmarlo”, expresaron, fuentes consultas por EL NORTE.
En el contexto nacional, la industria indumentaria da cuenta de una severa caída que estima de un 30% en los centros comerciales y cercano al 40% en el mercado informal. Este escenario genera síntomas de preocupación, lo cual no es ajeno a este rubro, sino que también afectan a otros sectores de la economía.