En sus vacaciones, el arquero de nuestra zona visitó “El Show de la Noticia” y detalló en profundidad su presente, sus inicios y también habló sobre sus sueños dentro del deporte que ama.
Mientras disfrutaba de la ciudad y su casa, pasando las fiestas con la gente que lo sigue cuando se encuentra lejos de ella, Gino se tomó su tiempo y visitó los estudios de “El Show de la Noticia” para conversar con nuestro grupo de medios.
Si tenemos que describirlo en pocas palabras, podemos decir que el joven de 22 años nacido en Empalme Villa Constitución-, es una persona sencilla, humilde, familiera y resiliente. Sin dudas, esto último fue una de las claves para llegar a este gran presente, porque la tuvo que luchar -y mucho-…
Desde sus inicios en el club de sus amores -Atlético Empalme- Santilli debió pelearla desde abajo para poder jugar un puñado de minutos por partido. En aquella categoría 2001, todo era muy distinto para el empalmense, ya que jugaba muy lejos del arco propio, mucho más de imaginarse como arquero.
En aquel entonces Gino era uno de esos delanteros físicos, de referencia, pero con poca movilidad. Eso sí, tenía algo con el gol, no necesitaba muchas ocasiones claras para convertir, le salía “fácil”, tenía ese “olfato goleador” del que tanto se habla cuando mencionamos a grandes delanteros.
Quizás eso fue lo que llevó -cuando Gino ya atajaba-, a Diego “el avión” Ramírez a darle la confianza de patear los penales en la 4ª categoría. No sólo eso, sino que le vio algún que otro rasgo de líder y le depositó toda su confianza dándole la cinta de capitán.
Con respecto a esos comienzos en el arco, el empalmense recordó: “En Atlético empecé a atajar de grande, fue una adaptación que costó porque yo jugaba de delantero. El avión Ramírez fue el primer técnico -junto a Maxi Sarro- que me dio la confianza y me dijo que iba a jugar y patear los penales”.
“Yo lo miré sorprendido y me aseguró que iba a patear los penales. Así que siempre estoy muy agradecido con él, Maxi y Pablo Herrera, que me dieron la posibilidad de crecer en el club que yo amo”, resaltó.
Además de los técnicos mencionados, Gino agradeció a Atlético Empalme y a Germán Zanchetta debido a que lo ayudaron a superar momentos difíciles y a cumplir su sueño.
Sin embargo, sus grandes épocas en Atlético Empalme, llegaron cuando jugaba en la reserva. Allí el lungo arquero, comenzó peleando un puesto desde atrás, pero a base de sacrificio y aprovechando las pocas oportunidades que tuvo se fue ganando su puesto.
En aquel año y medio, Santilli tuvo varios partidos memorables. Sin ir más lejos, el día de su debut en cancha de Porvenir Talleres, contuvo 1 penal en los 90 minutos para forzar la tanda de penales en aquella serie de Cuartos de Final.
Eso no fue todo, allí llegó el momento de mayor lucimiento para el entonces arquero del verde: atajó dos penales más y convirtió el suyo para darle la clasificación a su equipo.
Esos grandes rendimientos hicieron que el Club Atlético Banfield pose los ojos en él y se lo lleve en el año 2019. En “el taladro” Gino consiguió sumar minutos en reserva y se ganó un lugar en el plantel profesional a comienzos del 2023.
Entrenar y compartir concentraciones con los jugadores de primera división le permitió al arquero de Empalme “crecer y mejorar mucho, no sólo en lo deportivo, sino también en la madurez”.
Luego de un primer semestre entrenando con la primera división y sumando minutos en reserva, le llegaría una oportunidad que no desperdiciaría: emigrar -a préstamo- al club uruguayo Cerro Largo. Así fue como aquel “pequeño-gigante” viajó, con su valija llena de sueños, a tierras uruguayas para sumarse al plantel del “arachán”.
En medio de la gran alegría por esta nueva oportunidad, Santilli no tuvo tiempo de celebrar mucho porque, al siguiente fin de semana de su llegada, el entrenador decidió que sea titular en el debut de Cerro Largo en el Clausura 2023.
Y, como en su toda su corta carrera, Gino no falló: mantuvo la valla invicta y tuvo algunas
intervenciones interesantes en aquel partido ante River Plate de Uruguay, que finalizó 0 a 0. Profundizando en lo que significó pasar del fútbol argentino al uruguayo, Gino explicó: “El fútbol en cada país cambia, pero uno normalmente trata de llevar las bases que tiene. A mí me hizo muy bien estar los primeros seis meses del 2023 con el plantel profesional de Banfield porque crecí muchísimo al lado de monstruos”.
“Entonces me preparé psicológicamente -sin saber que se iba a dar esta posibilidad-, para que se me de esto y llegar a Cerro Largo con la expectativa de poder jugar y estar a la altura”, destacó.
Ampliando la comparación, agregó: “Si bien es un fútbol de otro país, dentro de todo es muy similar al argentino: se vive igual y se juega igual. Tal vez hay un poco menos de dinámica, pero hay un poco más de roce y también experiencia. Es cuestión de amoldarse”.
“Por suerte, a mí me tocó llegar y poder jugar, por lo cual no me costó esa integración y lo viví de buena manera. Es un fútbol similar y, para los jóvenes que quieren dar el salto y poder competir, el fútbol uruguayo es de muy buen nivel”, remarcó.
Saliendo por un momento de lo futbolístico, el joven empalmense se refirió a su adaptación a la ciudad de Melo: “Desde que llegué me hizo acordar mucho a lo que es Villa y Empalme mismo. Es una ciudad del interior de Uruguay, que tiene las particularidades de nuestra ciudad. Son trayectos cortos, de no tanto movimiento, y se ve a la gente en la vereda tomando mates”.
“Esas cosas lo hacen sentir a uno como un poco en casa. Eso hizo que la adaptación sea buena. Además, enseguida tuve un lugar donde dormir y estar cómodo, y conseguí buenas amistades con las cuales voy y vengo a los entrenamientos y hacemos las compras. Esas cosas te hacen sentir un poco cómodo”, continuó.
Por otra parte Santilli se definió como arquero y afirmó que, en sus comienzos, se sentía muy cómodo con los pies por el cambio de posición.
“Era un arquero que -más allá de la altura- intentaba jugar con los pies, pateaba penales y me animaba a otras cosas. Con los años me fui metiendo más en lo que es el arco y mejoré mucho el tema de lo que es reacción”, dijo.
“Me gusta manejar el área y creo que mi mayor virtud es ser tiempista y prolijo a la hora de la toma de decisiones. Si bien no me considero un animal en la agilidad y demás, siento que a la hora de tomar decisiones tengo la cabeza fría y espero al momento justo. Los arqueros de antes creo que eran más salidores y locos, pero yo tengo otra forma de atajar”, detalló. Luego de un gran 2023, que se vio un poco opacado sobre el tramo final por una lesión, Gino ya se encuentra recuperado y con la mira puesta en este 2024.
Un año que para Santilli -y todo Cerro Largo- tiene como gran objetivo la participación en la Copa Sudamericana. En esta edición, la segunda máxima competencia internacional del continente tendrá condimentos especiales, como las participaciones de dos grandes del fútbol argentino: Boca Juniors y Racing Club.
El camino para el “arachán” en esta competencia comenzará el próximo 7 de marzo, cuando enfrente a Racing Club de Uruguay por el repechaje. Será un partido de 90 minutos y, en caso de empate, habrá penales. Si el conjunto de Santilli supera esta instancia, se meterá en la fase de grupos de la copa.
En relación a esto, Gino mencionó: “Mayor motivación no hay porque uno con 22 años emigra a otro país y no sabe lo que va a pasar. A cinco meses de estar en Uruguay me toca jugar una copa internacional, lo que es la mayor motivación de un futbolista”.
“La idea es competir por un lugar y apoyar desde donde me toque. Si no toca atajar, hacerlo desde afuera, y si me toca, tratar de aprovechar las oportunidades. Intentaré disfrutar porque no es algo que pase todos los días estar en un plantel que compite internacionalmente. Eso es un gran orgullo para mí y para mi familia”, sostuvo.
“Hoy en día me siento más profesional, un arquero de primera, entonces uno aspira a
competir y jugar. Toque donde me toque, la idea es terminar el 2024 jugando”, sumó.
En el cierre de una nota a puro fútbol, Santilli sacó ese niño interior que tenía -y tiene- miles de sueños dentro del deporte que ama y expresó: “Por más que uno lo vea lejos, su sueño desde chico es vestir la camiseta de la selección argentina donde toque, sea una sub 23 o en la mayor”.
“Después siempre menciono que mi sueño es vivir del fútbol, jugar una Copa Libertadores o una Champions League, y en clubes que yo los veía de chico por televisión”, manifestó.
Sin embargo, ese niño que sueña despierto mantiene su esencia humilde y con los pies sobre la tierra, concluye: “Hoy todavía soy chico y, si bien me está yendo bien, el fútbol es muy incierto y uno no sabe nunca lo que puede pasar. De a poquito vamos construyendo ese sueño y ojalá que el sacrificio que hice hasta hoy de sus frutos”, deseó.