Comienza la segunda etapa del proyecto “Común Messi”, que inició en junio con un trabajo en el pasaje Azara y Buenos Aires, el barrio donde pasó su infancia el futbolista.
De no mediar imprevistos, para principios de diciembre quedará inaugurado un nuevo e imponente mural en honor a Lionel Messi, el ídolo máximo de la ciudad. Será en la zona de avenida de la Libertad y San Juan, a pocos metros del Monumento. La obra -titulada “De otra galaxia y de mi ciudad”- representa la segunda etapa del proyecto “Común Messi”, que se inició en junio pasado con un mural en el barrio La Bajada, precisamente en el pasaje Azara y Buenos Aires, donde Messi vivió su infancia.
Al igual que el primer mural realizado en la zona sur de Rosario, esta segunda intervención artística será realizada por los artistas urbanos Marlene Zuriaga y Lisandro “Lichi” Urteaga (Imagina). La figura de Leo quedará inmortalizada con la Copa América en sus manos, enfundado en la camiseta de la selección y con una mano en el corazón.
“Fue el moño ganar la Copa América cuando pintamos ese primer mural en el barrio que lo vio nacer; lo queríamos ver festejando a Leo. Aquel era su territorio y en esta oportunidad será cerca del Monumento a la Bandera, con un Leo embanderado”, comentó Lichi Urteaga, uno de los cuatro muralistas que asumen el desafío de retratar a Messi en las alturas para levantar una vez más la bandera del arte callejero.
“El arte callejero tiene una fuerza increíble, es una responsabilidad y un compromiso muy grandes. Lo hacemos con el respeto que merece, teniendo en cuenta el entorno”, valoró el muralista. Desde este miércoles comenzarán a trazar sobre una medianera de 69 metros de altura.
Messi, ejemplo de superación
El secretario de Cultura de la Municipalidad, Dante Taparelli, valoró la figura de Lionel Messi como un ejemplo de superación que puede servir de “enseñanza”.
“Messi es un ejemplo de superación, una persona que tenía problemas de crecimiento y pasó a ser el líder mundial del fútbol. De la tragedia, de lo imposible, a lo mejor posible. Es un hermoso ejemplo para nuestra generación joven que no tiene rumbo y sirve como enseñanza que no se trata de decir solamente «¡Viva Messi!» sino es una muestra de que se puede salir adelante”.
Además, apuntó: “Amo apasionadamente el arte callejero y creo que es una de las herramientas fundamentales de la educación. En un momento el grafitti era vandálico y se terminó transformando en arte. Me sorprende la rapidez con la que pintan estos artistas porque están pintando en altura y todo ese riesgo lo hacen para educar, y la sociedad necesita ejemplos en escena”.