La empresa de gaseosas generó sorpresa en la industria cinematográfica al obtener un galardón.
Uno de los premios más importantes en el mundo del cine, sin duda alguna, son los Oscar. La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood le otorga el galardón a aquellas personas y producciones que se han destacado a lo largo del año por su calidad, excelencia y relevancia cultural. Y uno de ellos llegó a las manos de nada más y nada menos que de la multinacional estadounidense The Coca-Cola Company.
¿Cómo sucedió esto? Resulta que en 1981 la empresa de gaseosas asombró al mundo empresarial al anunciar la compra de Columbia Picures, uno de los estudios más importantes de Hollywood. Fue Roberto Goizueta, quien en ese entonces había sido nombrado como CEO de la empresa, quien le indicó a los accionistas que su objetivo era diversificar el portafolio de inversiones y sumar activos que nada tengan que ver con las bebidas.
Del otro lado de la moneda estaba Pepsico, su potente rival, el cual ya había adquirido empresas como Frito-Lay, Taco Bell o Pizza Hut, lo que le permitió que se introduzca en el mercado de los alimentos y restaurantes. Es por eso que Goizueta quería expandirse e ir más allá para ganarle a su contrincante.
Fue el 19 de enero de 1982 cuando Columbia Pictures Industries, el conglomerado que incluía el estudio con el mismo nombre, fue comprado por Coca Cola. “Como parte de nuestra estrategia corporativa, hemos identificado la industria del entretenimiento como un área excelente para el crecimiento rentable de Coca-Cola Company”, anunció Goizueta a través de un comunicado.
En ese momento, el estudio no era parte de los cinco más importantes de la era dorada de Hollywood. Aunque siempre estuvo presente ya que tenía muchas películas muy vistas por los espectadores estadounidenses y eran producciones de calidad. Pero con eso no bastaba, ya que Columbia no estaba en la mejor situación financiera. Los años 70 trajeron temores de quiebra y varias entidades intentaron comprar el estudio.
Esa historia cambió cuando llegaron los años 80: Columbia Pictures tuvo triunfos en el Oscar y éxitos de taquilla como Kramer vs. Kramer. Es por eso que la perspectiva de diversificar sus activos se volvió cada vez más apetecible para The Coca-Cola Company y en 1982, los fabricantes de bebidas pagaron una suma de 750 millones de dólares por el estudio.
Bajo el liderazgo de Coca-Cola, la producción de Columbia Pictures incluyó The Karate Kid, Ghostbusters y la ganadora del Oscar Gandhi, lo que convirtió a la compañía de bebidas en una de las ganadoras más interesantes del prestigioso premio a la Mejor Película. A su vez, Tootsie también obtuvo un galardón por Mejor actriz de reparto con Jessica Lange.
Sin embargo, la historia de amor de Coca-Cola con las películas terminó bastante rápido, ya que empezaron a replantearse la necesidad de tener un estudio de cine y televisión. Fue entonces cuando la tecnológica japonesa Sony compró el conglomerado. La venta se llevó a cabo el 28 de septiembre de 1989, en una operación que costó 3.4 mil millones de dólares.
Coca-Cola continuó expandiéndose en rubros ligados a la alimentación, pero no volvió hacer una apuesta como la de 1982. Sin embargo, el Oscar de Gandhi sigue siendo uno de los momentos más importantes en la historia de la empresa.