La localidad del partido de Tornquist se halla cumpliendo 116 años desde que fuera creada con el nombre original de Villa Tívoli Argentino. Un lugar para visitar una y otra vez y disfrutar de sus bellezas naturales y su arquitectura.
Sierra de la Ventana, en el sudoeste bonaerense, es una de las más bellas localidades del sistema de Ventania y atrae miles de turistas cada año, cautivados por la tranquilidad del lugar y las posibilidades de realizar distintas modalidades de turismo aventura. La ciudad, nacida con el trajín de la extensión del sistema ferroviario argentino de principios del siglo pasado, está cumpliendo estos días el 116º aniversario de su fundación, fecha que sirve como excusa para recordar su historia y para recomendar una visita.
El 17 de enero de 1908 se creó, en campos del terrateniente Dietrich Meyer, la estación Villa Tívoli Argentino del Ferrocarril del Sud, que fue el germen del pueblo. La localidad pasó a conocerse con su nombre actual a partir de 1912. Fue por disposición de la Dirección General de Correos y Telégrafos para solucionar un problema relacionado al destino de la correspondencia, ya que el año anterior se había inaugurado el Club Hotel de Sierra de la Ventana y era más fácil tener un solo nombre para todo.
Sierra de la Ventana está emplazada en el partido de Tornquist. Varios cursos de agua rodean y atraviesan su territorio, dentro de los que se destacan el río Sauce Grande y el arroyo San Bernardo. La vegetación del lugar posee un singular atractivo que puede observarse en sus calles repletas de nogales, aromos, eucaliptos y pinos.
Está ubicada al pie de un cordón montañoso de 180 kilómetros de extensión. Si bien la comarca posee muchos atractivos, el recorrido obligado de la zona es el cerro Ventana, que con sus 1.136 metros sobre el nivel del mar fue declarado monumento natural en 1959. Allí existe una abertura de nueve metros de alto por cinco de ancho que forma “La Ventana”, el emblema de la región.
Además, otro de los atractivos naturales de Sierra de la Ventana es el Cerro del Amor, ubicado frente al balneario El Dique, al que los visitantes ascienden para disfrutar de los cambiantes tonos verdes del valle en una inolvidable vista panorámica.
Del hospital de Muñoz al hotel de lujo
Una visita obligada la constituyen las ruinas del Club Hotel que le dio nombre a la ciudad, pero que se clausuró en 1920, menos de una década después de su apertura. Fue construido por una idea del doctor Félix Muñoz, especialista en vías respiratorias. Quiso convencer a la compañía del Ferrocarril del Sud para que levantara un hospital en el lugar por sus excelentes condiciones del aire, pero los británicos eligieron levantar un hotel colmado de lujos.
La construcción del complejo comenzó en 1904. La obra fue concebida por los arquitectos Jacques Dunant y Gastón Luis Mallet, y construida por el italiano Antonio Gherardi.
El hotel tenía casino e instalaciones para deportes, y conciertos y una biblioteca.
Pensado para solaz y esparcimiento de la clase alta argentina y de visitantes extranjeros, la crisis causada por la Primera Guerra Mundial hirió al proyecto de muerte, y cerró sus puertas el 14 de marzo de 1920. Fue vendido al gobierno de la provincia de Buenos Aires para crear una colonia de vacaciones de la Dirección General de Escuelas, pero el proyecto quedó trunco.
Pasaron los años y se acentuó la decadencia del edificio abandonado. En julio de 1983 un incendio lo dejó en ruinas. En 1999, la Municipalidad de Tornquist declaró al complejo como Monumento Histórico. En la actualidad, esos restos pueden visitarse, para intentar soñar con el lujo que por unos pocos años ofreció el Club Hotel. (DIB)