En Argentina, 280 empresas forman parte de la comunidad “Principios para el Empoderamiento de las Mujeres” (WEP, por sus siglas en inglés), y muchas de ellas implementan buenas prácticas para impulsar la igualdad de género y erradicar la violencia contra las mujeres.
De la Redacción de EL NORTE
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El sector privado puede ser un aliado fundamental en la prevención y eliminación de la violencia basada en género que constituye la violación a los derechos humanos más extendida en el mundo.
Uno de los desafíos es el abordaje de la violencia laboral; aquella que discrimina a las mujeres en los ámbitos de trabajo públicos o privados y que obstaculiza su acceso al empleo, contratación, ascenso, estabilidad o permanencia en el mismo, al exigir requisitos sobre estado civil, maternidad, edad, apariencia física o la realización de una prueba de embarazo.
Para abordar esta modalidad de violencia, ONU Mujeres promueve la aplicación del Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo, la primera norma internacional -ratificada por Argentina en 2020 y en vigor desde 2022- para prevenir y eliminar la violencia en el ámbito laboral, a través de mecanismos de prevención y protección, control de su aplicación, vías de recurso y reparación, así como orientación y difusión.
Asimismo, la campaña “Trabajemos sin violencias”, de la Iniciativa Spotlight, busca promover espacios seguros en el ámbito laboral.
PROTOCOLOS PARA EL ABORDAJE INTEGRAL
ONU Mujeres promueve la adhesión a los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres (WEP, por sus siglas en inglés) para las empresas que formalicen su compromiso con la igualdad de género. Una de las iniciativas clave es la capacitación continua al interior de las compañías.
“Alrededor de 500 personas fortalecieron sus capacidades para prevenir y abordar la violencia basada en género en la gestión empresarial”, explica Mariana Massaccesi, especialista para sector privado de ONU Mujeres en Argentina.
En Argentina, 280 empresas forman parte de la comunidad WEP y muchas de ellas implementan buenas prácticas para impulsar la igualdad de género y erradicar la violencia contra las mujeres.
“En Arredo tenemos un fuerte compromiso con esta problemática y lo expresamos en políticas y acciones concretas de prevención, acompañamiento y sensibilización sobre las violencias basadas en género”, afirma Fernanda Manuel, gerenta de Sustentabilidad, Diversidad e Inclusión de Arredo.
Esta empresa de accesorios para el hogar cuenta con un protocolo para atender situaciones de violencia doméstica y acoso sexual laboral y, además, forma parte de la iniciativa internacional ‘Banco Rojo’, que consiste en 12 instalaciones distribuidas en sus tiendas de Argentina y Uruguay para visibilizar y prevenir la violencia basada en género.
Por su parte, la empresa de belleza L’Oréal también cuenta con un procedimiento estandarizado sobre cómo actuar ante situaciones de violencia de género en el ámbito doméstico y laboral.
“Este es un protocolo muy concreto. Buscamos que no haya situaciones de violencia en el ámbito laboral, por eso trabajamos en la prevención”, explica Brenda Bianquet, gerenta de asuntos corporativos de L’Oréal en Argentina.
Las medidas de prevención no solo cubren a las propias trabajadoras sino también a aquellas que trabajan en las empresas proveedoras que ofrecen servicios dentro de la compañía.
En los casos que reciben sobre violencia doméstica -ejercida por un miembro del grupo familiar, pareja o expareja- se asesora a la denunciante, se toman medidas de seguridad, se adapta el horario de trabajo, se brindan recursos de ayuda legal, psicológica y financiera y se implementan licencias laborales.
Para atender las denuncias se creó un comité de género interdisciplinario formado por profesionales de recursos humanos, ética, legales y comunicación para evaluar y acompañar a la denunciante desde un abordaje integral.
“La violencia doméstica no es una cuestión privada; impacta en el mundo laboral, afecta el desempeño, el ausentismo, el incumplimiento horario, el aumento de licencias por enfermedad y la productividad de la persona que atraviesa una situación de violencia”, advierte Bianquet.
Una de las preocupaciones de la compañía es que la mayoría de los femicidios terminan sucediendo en el ámbito laboral. “Muchas veces, el agresor sabe dónde trabaja, por eso es importante cambiar los horarios”, alerta Bianquet.
TOLERANCIA CERO AL ACOSO CALLEJERO
El 90% de las mujeres argentinas atravesaron una situación de acoso en espacios públicos, pero solo el 25% de las víctimas afirma haber recibido ayuda, según un estudio realizado por la consultora Ipsos y L’Oréal Paris.
Este tipo de violencia es un obstáculo para la seguridad de las mujeres y niñas en el espacio público e incluye agresiones como manoseos, comentarios sexuales, gestos obscenos, miradas lascivas, burlas sexistas, silbidos, presión para obtener el número telefónico, frotarse contra el cuerpo de otra persona, persecución, masturbación o exhibicionismo público, entre otras.
En ocasiones, estos ataques no son fáciles de identificar. Como respuesta, L’Oréal Paris, en colaboración con la ONG Right To Be y Fundación Pescar, creó el programa internacional Stand Up para capacitar y concientizar a la sociedad para detener el acoso callejero.
La campaña presenta la metodología de las 5D (distraer, delegar, documentar, dirigir y dar asistencia), que ofrece un conjunto de herramientas que ayudan a las personas a intervenir de manera segura cuando experimentan o presencian situaciones de acoso en espacios públicos.