Hija de un médico y una farmacéutica. Gran parte de su crecimiento se dio entre consultorios y hospitales. Actualmente ejerce su profesión, siendo de una de los profesionales más respetados de la ciudad.
Valeria Paz, de 48 años, es médica con la especialidad en Tocoginecología. Trabaja en diferentes lugares de nuestra ciudad y, se trata, de una de las profesionales más reconocidas por sus pares y pacientes.
En lo que fue el último programa del año de “Retrato”, estuvo como invitada para repasar, entrevistada por Marcelo Pellegrini, su historia, sus comienzos de infante en Rosario, la mudanza a Villa Constitución, la pasión por la profesión heredada de su padre y su madre y una vida dedicada a la medicina.
Comenzá a contarme tu historia desde el principio
“Nací en Rosario y allí viví hasta los dos años, que nos vinimos y nos mudamos toda la familia a Villa Constitución, para quedarnos hasta el día de hoy. Mi papá era entrerriano de La Paz y se llamaba Andrés Manuel Ramón Paz, era traumatólogo y un gran personaje”.
Sí, lo recuerdo mucho y tengo imágenes de él cantando y recitando
“Le gustaba mucho la música, la poesía, cantaba tangos, recitaba. Mientras, trabajaba en el Servicio Médico de Acindar y fue uno de los motivos por los que nos vinimos a Villa”.
¿Y tu madre?
“Se llama Irene Martinetto, es italiana y de chiquita se vino con mis abuelos a Argentina. Mi abuelo había estado en la guerra y, supuestamente, se venía otra guerra y ellos o quisieron volver a sufrir esa situación y decidieron venirse para acá. Mi mamá tiene 84 años y está muy bien. Es farmacéutica y siempre trabajó en la farmacia del hospital”.
¿Tenés hermanos?
“Luciana, que es dos años menor que yo, que es abogada. Recuerdo que nuestra infancia estaba repleta de actividades, además del colegio, porque mis padres trabajaban mucho. Nos cuidaba una señora y hacíamos de todo, como inglés, danza, tenis, natación y todo lo que se te ocurra”.
No había manera que no estudiaras medicina, viendo el día a día familiar
“Yo me crie dentro de la medicina. Como anécdota te cuento que mi papá no manejaba, entonces, cuando había alguna emergencia a la madrugada en la fábrica y lo llamaban, lo tenía que llevar mi mamá, que le hacía de chofer y nosotras también íbamos. Éramos chiquitas y no podíamos quedarnos solas. Por eso te digo que viví toda mi infancia metida en la medicina, en un consultorio o en el hospital con mi mamá”.
¿Cuál fue el primer domicilio de la familia Paz en Villa Constitución?
“Al lado de los bomberos. Alquilamos en calle Córdoba por dos años y después, nos fuimos a una casa por calle San Martín, pegada a la librería Orihuela. También alquilábamos y no puedo olvidarme de lo hermosa que era, un sueño, tengo los mejores recuerdos del lugar. Después nos fuimos a la casa de siempre, que hicieron mis padres y todavía sigue allí mi mamá”.
Imagino que ibas mucho al club Riberas, que te quedaba muy cerca
“Es mi club, soy fanática, jajaja. Pasé mi infancia allí jugando al tenis, haciendo natación e hice muchos amigos. Recuerdo a mi profesor de tenis, ´Gramilla´ Lascialandare, que hizo que tenga un buen revés, porque insistió tanto con ese golpe que no me salía, que terminó siendo bueno, jajaja”.
¿Dónde estudiaste?
“La primaria en la Mariano Moreno porque me quedaba cruzando la calle. La secundaria empecé en la Normal y como mis amigos estaban en la Cristo Rey, me cambié con ellas. Me resultaba fácil hasta que llegué a la Cristo Rey donde tuve que estudiar mucho más, y lo agradezco, porque me sirvió para la Facultad”.
¿Alguna vez dudaste en que estudiar al término de la secundaria?
“En realidad, me gustaban mucho los animales y en un momento quise ser veterinaria. Lo dejé de lado porque yo no podría sacrificar a un animalito. Decidí que no y me volqué a la medicina.
Igual, te cuento, que cuando nos preguntaban que regalo queríamos, mi hermana pedía una muñeca o un peluche y yo, quería un juego de química y esas cosas, jajajaja”.
¿Fuera del consultorio, qué otra actividad te da placer?
“Me gusta mucho estar con las plantas y pasarle el barrefondo a la pileta. Las plantas son mi cable a tierra. Sacó yuyos, las muevo, armo rinconcitos, las cuido, las riego. Lo hago cuando puedo, pero me encanta, lo mismo que mirar televisión, series y películas”.
¿Qué tipo de géneros te atrapan?
“Todos, jajajaja, ahora estoy mirando The Crown, que me fascina todo lo de la realeza. Soy fanática de Rápidos y Furiosos y de Marvel, acompañando a los chicos. No me gustan mucho las comedias argentinas. Acompaño ese momento comiendo semillitas de girasol, jajajaja”.
¿Te gusta cocinar?
“Si, me gusta. No hago nada dulce, porque prefiero lo salado. Cocino pescados que me encantan comerlos y otro tipo de comidas”.
¿Estás a favor o en contra del aborto?
“Yo creo que cuando ya sabemos que por alguna malformación en un bebé o algo que será incompatible con la vida, a ningún médico obstetra le va a temblar la mano de decir u ofrecer la posibilidad de un aborto. Creo que no somos una sociedad preparada para la legalización del aborto. Se lo toma como un método anticonceptivo y me parece que a futuro nos traerá consecuencias, que todavía no sé cuáles serán, pero sucederá. Yo, como obstetra, si me sucede algo así con una paciente, no voy a dudar en ofrecerle a esa mamá, interrumpir el embarazo”.