Jorge Bártoli, integrante de la organización ecologista El Paraná No se Toca, dijo que el río Paraná, a raíz de las lluvias por la corriente de El Niño “está cerca del nivel de alerta que es de cinco metros en Rosario”.
De la redacción de EL NORTE
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La crecida del río Paraná, que en San Nicolás registró ayer una altura de 3,53 metros, tendría “un efecto reparador para el daño ambiental” causado a los humedales por la sequía y extrema bajante de los últimos años.
Jorge Bártoli, integrante de la organización ecologista El Paraná No se Toca, afirmó que “era esperable”. “Habíamos estimado que podríamos llegar a estos niveles de alerta y aún superarlo levemente”, señaló el ecologista. Y agregó: “Un repunte de esta naturaleza era algo esperado después de tantos meses de humedal vacío de agua. Esta situación va a recomponer el enorme daño ambiental causado en los últimos años por la sequía y extrema bajante del río”.
En relación con los niveles de alerta, Bártoli lamentó porque la crecida del río “afectaría las actividades humanas”. “Cuando hablamos de crecida hay que pensar en la población que vive en sectores anegables y en situación de vulnerabilidad”, reconoció el ambientalista.
“La crecida es beneficiosa estrictamente para lo ambiental, porque favorece sobre todo a la reproducción de los peces, el ciclo reproductivo de especies como el sábalo, que es la especie forrajera de otras especies”, explicó Bártoli.
El ecologista dijo que la crecida del río Paraná “viene a facilitar, además, la recomposición de la masa vegetal y especies típicas de estos ecosistemas”.
Sin ley
En noviembre del 2022, las comisiones de Recursos Naturales y Conservación del Medio Ambiente, Agricultura y Ganadería, y Presupuesto y Hacienda votaron dictamen favorable para la creación de una normativa que preserve y proteja las áreas de humedales. Como el proyecto no fue tratado en el recinto antes del 10 de diciembre, perdió estado parlamentario.
Luego de 10 años de espera, se logró un dictamen favorable a favor de uno de los proyectos de ley que fueron elaborados para que se destinen presupuestos mínimos a la conservación y restauración de humedales. El plenario reunió a 115 miembros que votaron entre la normativa presentada por los diputados Maximiliano Ferraro y Ximena García, y el elaborado por el oficialista Leonardo Grosso, en conjunto con asesores ambientales y ONG.
En Argentina hay más de 600.000 kilómetros de humedales, que abarcan el 21,5 por ciento de la superficie del país. La ley busca definir un inventario de estos terrenos, el establecimiento de presupuestos mínimos para su conservación, y el uso racional y sostenible de los mismos.
Los impactos del cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y los incendios sucedidos durante el último tiempo hacen que la conservación y el uso sostenible de los humedales en nuestro país –entre otros ecosistemas– se presente como una cuestión urgente.