Hace 204 años San Nicolás de los Arroyos era declarada ciudad. Cómo era el mundo entonces. Estados Unidos experimentaba su primera crisis financiera y generalizada. Inglaterra prohibía el trabajo a los menores de 10 años que eran empleados en las minas de carbón y en otros establecimientos industriales. América hispana aún se debatía en guerras contra el residual poder imperial de España.
Por Ricardo D. Primo
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Se sostiene generalmente que 1819 fue un año bastante convulsionado para el mundo. Estados Unidos, una nación que transitaba apenas poco más de 40 años de independencia y democracia, experimentaba su primera crisis financiera y generalizada, cuyos orígenes algunos autores adjudican a la expansión hacia el oeste americano que había impulsado una fuerte especulación en el valor de las tierras arrebatadas a los pueblos originarios ayudados, también, por la emisión monetaria excesiva de parte de los bancos más importantes.
América hispana aún se debatía en guerras contra el residual poder imperial de España que se resistía a abandonar sus dominios. Hacía pocos meses que la antigua “madre patria” había firmado el Tratado Adams-Onis cediendo Florida a los EE.UU.
Inglaterra en un atisbo de humanidad, frente a la expansión descontrolada de su primera Revolución Industrial, prohibía el trabajo a los menores de 10 años que eran empleados en las minas de carbón y en otros establecimientos industriales.
Las Provincias Unidas del Río de la Plata habían consagrado una Constitución que fue jurada en Buenos Aires y el resto de las provincias excepto las del litoral (Entre Ríos, Corrientes y la Banda Oriental) entre el 25 de mayo de ese año y el 6 de junio. Sus consecuencias serían catastróficas para la unión nacional. Esta carta magna fue sancionada por el Congreso de Tucumán que se había trasladado a Buenos Aires en 1817. Tenía un fuerte sentido unitario y por eso, y otras cuestiones, fue rechazada por los caudillos del interior.
Un poblado
San Nicolás de los Arroyos era un poblado ubicado en el norte de la provincia de Buenos Aires que limitaba con las provincias a través del famoso Arroyo del Medio. Por aquí había pasado Belgrano en septiembre de 1810 en su Campaña del Paraguay y al año siguiente, frente a sus costas, se había librado el 2 de marzo de 1811 el Primer Combate Naval Argentino cuando una flotilla organizada por los patriotas, al mando de Juan B. Azopardo, decide presentar batalla ante los realistas. Como consecuencia de su derrota, las costas del Paraná quedaron desguarnecidas y en 1812 San Nicolás fue saqueada por los españoles, lo que motivó que las autoridades de Buenos Aires ordenaran al recién llegado José de San Martín organizar un regimiento militar que evitase tales incursiones, naciendo así el Regimiento de Granaderos a Caballo que se batió con gran valentía en el Combate de San Lorenzo el 3 de febrero de 1813.
Por otra parte, la comunidad fue testigo del paso de los ejércitos de Bs. As. en sus luchas con el interior. Por ejemplo, en agosto de 1815, el Gral. Viamonte incursiona a la provincia de Santa Fe para enfrentar el predominio ascendente de Artigas y defender al Directorio. Casi un año más tarde (1816), el Gral. Eustaquio Díaz Vélez inicia una campaña contra esa provincia para someterla al poder directorial. Ya en 1818, el Gral. Balcarce ingresa a territorio santafesino con el objetivo de doblegarlos y el 15 de enero de 1819 la ciudad de San Nicolás es invadida por tropas de Santa Fe. También en ese año, nuevamente Viamonte emprende una segunda expedición.
Aquellos días
Nuestra ciudad entonces era de casas bajas y apenas un par de cuadras de tierras formadas por el diario trajinar de carros y caballos. Contaba también con un viejo muelle o embarcadero que para 1819 se había transformado en un activo puerto de cabotaje. Las economías locales y regionales luego de las luchas por nuestra independencia querían iniciar un camino progresivo que dejara atrás los años de miseria. De a poco se fueron incrementando las ventas al exterior de productos rurales (a través del puerto de Buenos Aires, pero que dinamizaba los puertos fluviales a los que absorbía). Hubo un alza de los precios ganaderos en orden al 4%, lo que llevaba a muchos a invertir en bienes agrarios. No obstante, el conflicto entre Buenos Aires y el interior frenaba esta iniciativa y los intereses ganaderos de la principal provincia argentina iban a ganar espacio en las decisiones políticas. Alrededor de la Plaza estaba la Capilla fundada por Rafael de Aguiar, la Comandancia Militar, cárcel y residían las principales figuras de la ciudad.
El 23 de noviembre de 1819 ocurría un hecho importante para San Nicolás de los Arroyos. El Congreso comunicaba que “en consideración a los extraordinarios sacrificios que ha sufrido el benemérito pueblo de San Nicolás de los Arroyos para sostener el orden contra la anarquía, se le concede el título de ciudad y la facultad de establecer Cabildo encargándose al Supremo Director del Estado el cumplimiento de esta resolución y la designación de individuos que han de componer la municipalidad”. El autor de esa moción fue el canónigo Antonio Sáenz y la misma fue apoyada por toda la Sala. Cabe destacar que el mencionado religioso fue además el primer rector de la Universidad de Buenos Aires.
Lamentablemente, la situación de guerra imperante hizo imposible la concreción de esta medida que hubiera beneficiado ampliamente a la comunidad, pero en la historia dejó su importante huella, pues San Nicolás de los Arroyos fue el único poblado fuera de la ciudad de Buenos Aires en ser declarado “ciudad” hasta la fundación de la capital bonaerense (La Plata) el 19 de noviembre de 1882.