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viernes, octubre 18, 2024
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Silvia Gareca: “Hay muchos familiares de víctimas que todavía están esperando justicia”

ENTREVISTA A LA MADRE DE DAIANA ALMEIDA, A CUATRO AÑOS DEL FEMICIDIO

“Pasan los años y cada vez se hace más difícil. Muchos dicen que el tiempo lo cura todo, pero la verdad, no es así, es mentira. Se siente cada vez más su ausencia física porque ella siempre va a estar en los hermosos recuerdos que nos ha dejado. Veíamos juntas estos temas, estas noticias por televisión, pero uno nunca piensa que le va a tocar”, manifestó en ´Vamos Viendo´ (Radio U).

Este martes en el Hospital San Felipe se recordó a Daiana Almeida, a cuatro años de su femicidio. Este año, a modo de homenaje, se plantaron flores en el cantero que se encuentra junto al acceso a la guardia. EL NORTE

De la Redacción de EL NORTE
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Este martes en el acceso del Hospital San Felipe se recordó a Daiana Almeida, a cuatro años de su femicidio. En ´Vamos Viendo´ (Radio U) Silvia Gareca, su madre, la recordó y se refirió a la actuación de la Justicia en cuestiones de género.

“Pasan los años y cada vez se hace más difícil. Muchos dicen que el tiempo lo cura todo, pero la verdad, no es así, es mentira. Se siente cada vez más su ausencia física porque ella siempre va a estar en los hermosos recuerdos que nos ha dejado. Veíamos juntas estos temas, estas noticias por televisión, pero uno nunca piensa que le va a tocar”, expresó.

“Dentro de la desgracia, hubo juicio, sentencia y el femicida está preso, con la pandemia por medio. La condena que le dieron fue ejemplar, no sé si fue por el gran movimiento que hicimos, por el gran acompañamiento de todo San Nicolás y de los medios también que estuvieron siempre. Y estaban todas las pruebas. Pero hay muchos familiares de víctimas que todavía están esperando justicia, están los tipos sueltos y nada. La Justicia no actúa en general, los casos están encajonados, las sentencias no salen. Uno de ellos fue el de Ángela Barrios. A veces dan condenas domiciliarias, todos los privilegios, los familiares no pueden estar en paz, el que las hace no las paga, y eso es desgastante. Hay que tener mucha fortaleza para no bajar los bajar los brazos”, analizó.

Gareca agradeció al juez Tempo y a la policía, por como actuó con el caso de Daiana. “Al principió costó que me tomen la denuncia, hay burocracia en ese sentido. Sé que ahora se está trabajando muchísimo en la protección de las mujeres, ahora se animan más a denunciar la violencia y los abusos, antes no había quién las escuchara. Igualmente, la problemática no se termina”, notó.

CONDENA Y RECUERDOS

El 27 de septiembre de 2021 sentenciaron a Miguel Ángel Nievas a reclusión perpetua por ser “autor penalmente responsable de los delitos de femicidio, homicidio criminis causa, robo, privación ilegal de la libertad agravada y abuso sexual agravado por el uso de armas”. “Se dijo que él (el femicida) la estaba vigilando, que se había obsesionado con ella. Si fue así, ella nunca se enteró. Daiana era una persona que por los turnos que tenía de noche como enfermera, nunca tuvo miedo de andar. Sí era temerosa en general, pero si hubiera tenido alguna sospecha, nos lo hubiera comunicado o no hubiera andado de noche. El trayecto del hospital a la casa le llevaba cinco minutos en moto. Pensamos que fue al azar, y lamentablemente le tocó a ella. Yo nunca tuve miedo, pero desde que pasó esto no tomé nunca más un remís, por ejemplo”.

“Y ahora estoy pendiente de mi hijo, todos nos empezamos a cuidar desde ese momento”, manifestó Gareca y concluyó: “Robos hay permanentemente, pero lo que él quería obviamente era abusar sexualmente de ella. No lo logró y por eso terminó todo de ese modo. No sabemos cómo fue que la interceptó frente a la casa. Ella no lo conocía, lo había atendido una vez cuando él ingresó al hospital por una puñalada porque en terapia se reparten los pacientes. Él trabajaba en la obra de enfrente al hospital, pero generalmente trabajan en las obras hasta las cuatro de la tarde y ella entraba a las cinco, ingresaba por Mitre y salía a la medianoche o a las tres de la madrugada. Por eso me parece raro que la estuviera vigilando. Dio la casualidad que justo se la cruzó. Tenía antecedentes de abuso sexual, varías causas, había estado con condena por homicidio. Todavía debería haber estado preso si no lo hubieran liberado antes. Creo que le habían dado ocho años y había cumplido tres o cuatro nomás. Y el juez le otorgó la libertad. Sigo sosteniendo que esta gente no se regenera más y que para estos tipos pido la pena de muerte”.

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