Al ritmo de la inflación, en las plataformas de e-commerce y las redes sociales abundan las ofertas para comprar dinero por kilo que terminará en una fundición de metales. Cuánto se paga y quiénes las compran.
El avance de la inflación de los últimos años determinó que todas las monedas que circulan en la Argentina tengan un valor material superior al valor facial. Esto implica que el metal contenido en una moneda de un peso vale, paradójicamente, más que un peso. Si bien se tomaron medidas para remediar esa situación, lo cierto es que hay casi 10.000 millones de monedas en poder de los argentinos. Alguien las tiene. Y valen más como una simple pieza metálica que como dinero de circulación legal.
El mensaje “compro monedas por kilo” comienza a reproducirse en las plataformas de comercio electrónico y en las redes. Y quienes las compran lo hacen para venderlas a fundiciones de metales que no las ven como dinero, sino como simples pedazos de cobre o níquel.
Las ofertas son múltiples pero pueden dividirse en dos grandes partes. Por un lado, las monedas doradas de 50 y 25 centavos, acuñadas en cobre y con un peso de casi 6 gramos, pueden llegar a venderse por el doble o el triple de su valor facial. Es decir, una pieza de 50 centavos puede pagarse entre 1 y 1,50 pesos dependiendo de la cantidad de monedas de que se trate y, por supuesto, de la negociación entre las partes. Las de 25 también tienen una versión plateada, que tiene menos cobre porque se combina por níquel. Las de 10, 5 e incluso 1 centavo también entran en este negocio, aunque encontrarlas es cada vez menos usual.
Por otro lado, las monedas de 1 y 2 pesos bimetálicas, con el centro dorado y anillo plateado para el primer caso y a la inversa en las de 2 pesos, y con un peso algo mayor a 7 gramos, son las más codiciadas para los reducidores de metales y, desde luego, las que más abundan.