A dos días de la final de la Copa Libertadores, las playas de Copacabana se convirtieron en un campo de batalla y la policía brasileña intervino.
Los días previos a la final de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y Fluminense se están viviendo con mucha intensidad en las calles de Río de Janeiro, donde miles de simpatizantes del equipo argentino viajaron en las últimas horas y coparon las principales playas de la ciudad costera de Brasil.
En las últimas horas se registraron nuevos incidentes y la policía brasileña comenzó a reprimir con gases lacrimógenos y balas de goma en la playa para dispersar a las personas y evitar que se cruzaran los hinchas de Boca y Fluminense.
Hinchas de Boca Juniors fueron atacados por simpatizantes de Fluminense en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, a dos días de la final de la Copa Libertadores que ambos equipos jugarán el sábado en el estadio Maracaná.
La policía de Río de Janeiro lanzó gases lacrimógenos a la arena para detener la emboscada que según los hinchas de Boca les tendieron los de Fluminense, que son locales.
“Estábamos tranquilos después de hacer un banderazo y llegaron muchos hinchas de Fluminense corriendo hacia la playa”, dijo a Télam Felipe Rodrigues, un brasileño que acompañó la fiesta de los argentinos.
Según la policía de Río, un argentino fue detenido luego de patearle el perro a un brasileño que estaba en la playa y de arrojar una botella contra la policía. Una persona lo acusó de haber cometido insultos racistas.
La tropa de choque de la policía intervino para despejar a los hinchas pasadas las 17 en la tradicional playa carioca