En las primarias de agosto habían votado 93.512 electores y electoras nicoleñas. El domingo pasado, fueron más de 99.000. Además, bajó dos puntos la incidencia del voto en blanco. En ese contexto, los cinco candidatos a Intendente Municipal lograron más votos en las generales que en las PASO. Los que salieron de internas incluso superaron la cantidad de sufragios que habían reunido en conjunto con sus contendientes directos.
De la redacción de EL NORTE
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Quizá como efecto de un arrastre traccionado por la buena elección presidencial de Sergio Massa, Cecilia Comerio fue la candidata a intendenta que en San Nicolás logró un mayor crecimiento entre las primarias de agosto y las generales de octubre. La postulante de Unión por la Patria (UP) sumó el domingo pasado 3767 votos más que las dos listas juntas de su espacio en las PASO. No fue la única que creció: de hecho, todos lo hicieron, aunque en menor medida. El recorte en la oferta electoral –de 12 listas en agosto se pasó en las generales a sólo 5–, pero sobre todo una mayor participación y una menor incidencia del voto en blanco fueron las circunstancias que permitieron que no sólo cada candidato, sino también cada espacio pudiese mejorar sus números en la elección decisiva, la que realmente repartirá los cargos municipales que estaban en juego.
En las primarias, Comerio había sumado 12.369 votos. Ahora llegó a 26.142, de acuerdo con un escrutinio provisional con el 97,61% de las mesas escrutadas. Es presumible que buena parte de esos casi 14.000 votos de diferencia le hayan llegado a través de electores y electoras que en agosto no la habían elegido, pero sí habían votado por su contendiente en la interna de UP: Luciano Pastocchi, que había reunido 10.006 votos. Es decir, aun suponiendo eso todavía quedan unos cuatro mil votos cuyo origen habría que rastrear por otro lado.
El segundo candidato a intendente que más creció entre una y otra elección fue Marcelo Bottazzi, de La Libertad Avanza (LLA).