Hasta septiembre, la inflación aumentó 103,2% y la remuneración promedio 93,9%, diez puntos por debajo, según datos oficiales.
El salario promedio de los empleados formales subió 9,5% en septiembre, aunque en el caso de los puestos informales fue inferior a ese nivel, por lo que todavía no alcanza para darle pelea a una inflación que arrojó 12,7% en ese mes.
Los datos surgen de la RIPTE (Remuneración Imponible de Trabajadores Estables) elaborada por la Seguridad Social.
Estas pérdidas del salario real tras la devaluación del peso a mediados de agosto llevaron al Gobierno a adoptar medidas de compensación.
Esas políticas -como la devolución del proporcional del medio aguinaldo de Ganancias o la devolución del IVA a las compras con tarjeta de débito- no repercuten en el cálculo del RIPTE, ya que sólo considera a las remuneraciones brutas imponibles.
Además, tampoco incidirá la suba del piso salarial de Ganancias a $1.980.000 con los sueldos de octubre, explicaron especialistas.
Hasta septiembre, la inflación aumentó 103,2% y el RIPTE 93,9%, diez puntos por debajo.
En 12 meses, la suba promedio de los precios fue del 138,3%, y los salarios formales crecieron 127,7%.
En septiembre, el salario bruto (sin los descuentos de Jubilación y Salud) promedio fue de $376.594, equivalente a un salario de bolsillo de $ 312.573.
Para la cartera laboral, el RIPTE “no refleja necesariamente la evolución de los salarios del empleo registrado privado”.
Es que, según la cartera laboral, los salarios son los correspondientes a los puestos de trabajo con una antigüedad de 13 meses o más, por lo que cual quedan afuera las remuneraciones de los nuevos empleos.
Además, el relevamiento abarca a los salarios de los puestos de trabajo del sector privado y del sector público nacional, provincial y municipal que hayan transferido sus cajas previsionales al SIPA-ANSeS.
Y sólo cuantifica los componentes remunerativos del salario (imponibles al sistema de seguridad social).
El equipo económico estima que la inflación de octubre arrojará alrededor del 10%, por debajo del costo de vida medido por el INDEC en agosto y septiembre.
La diferencia con los salarios podría ser menor por la reactivación de varias paritarias con vigencia en el último trimestre del año.