La veda impuesta a las 8:00 de hoy puso término definitivo a la campaña electoral hacia las generales del domingo. En nuestra ciudad, aunque el principal foco de interés está puesto en la designación del intendente municipal para los próximos cuatro años, también se juegan los actuales equilibrios en el Concejo Deliberante y el Consejo Escolar. Más aún: la elección nacional y la provincial también tendrán consecuencias en otros espacios de poder.
De la redacción de EL NORTE
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El extenso proceso de las elecciones 2023 ingresa desde las 8:00 de hoy en una nueva fase. Con la veda electoral que rige desde ese momento ya no se puede hacer campaña. La prohibición de la circulación pública de los mensajes que tiendan a convencer a los votantes se extenderá hasta las 18:00 del domingo, luego de que los electores hayan ejercido su derecho y su deber cívico de escoger representantes para los cargos ejecutivos y legislativos que se ponen en juego.
En cuanto a la elección municipal, los 129.583 electores y electoras de San Nicolás designan al sucesor de Manuel Passaglia al frente del Departamento Ejecutivo Municipal. Es la cuestión a definir que mayor interés concita, naturalmente. Pero no la única. El resultado de los comicios también establecerá nuevos equilibrios de fuerzas en el Concejo Deliberante y en el Concejo Escolar. Y también darán un marco a eventuales cambios que a partir de diciembre próximo podrán producirse al frente de las reparticiones locales de organismos nacionales y provinciales.
Tras el filtro de las PASO de agosto, sólo cinco espacios tendrán candidatos en la elección municipal. Para el cargo de intendente, Juntos por el Cambio (JxC) propone al diputado provincial Santiago Passaglia; Unión por la Patria (UP) a la concejala y presidenta del Consorcio de Gestión del Puerto de San Nicolás, Cecilia Comerio; La Libertad Avanza (LLA), al empresario Marcelo Bottazzi; la agrupación municipal Primero San Nicolás (PSN), al concejal Danilo Petroni; y el Frente de Izquierda y de los Trabajadores – Unidad (FIT-U), a la dirigente social Patricia González.
Los equilibrios
El sector político que más pone en juego es el oficialismo local, que buscará retener no sólo el comando del municipio sino también conservar su mayoría en el Concejo Deliberante. Lo mismo en el Consejo Escolar. Pero UP también pone en juego sus lugares de poder: sus bancas en el deliberativo y sus representaciones en el Consejo Escolar, y también sus oficinas al frente de dependencias nacionales y provinciales.
En el Concejo Deliberante, JxC ocupa hoy 12 de las 20 bancas. Y en estas elecciones pone en juego 5. Es decir que parte hacia la próxima integración del Cuerpo con una base de 7 representantes. Reteniendo 3 de esas 5, los concejales alineados con Passaglia continuarán siendo mayoría.
Por el lado de UP, el desafío parece mayor: de sus actuales 7 bancas ponen 4 en juego. Con una base de apenas 3, debieran lograr 7 asientos para torcer el actual equilibrio de fuerzas en el recinto. La banca restante en juego es la de Danilo Petroni, de PSN, que en diciembre próximo pondrá término a una trayectoria de 16 años consecutivos en el deliberativo local.
En el Consejo Escolar existe hoy paridad, aunque con la presidencia en manos de JxC, ejercida por Malena Albert. La institución está integrada por 8 consejeros escolares y desde diciembre de 2021, 4 son de JxC y los otros 4 de UP. Y también es parejo lo que ponen en juego: 2 representaciones por lado.
Por último, más allá de lo que depende directamente de la elección municipal, la oposición alineada con los oficialismos nacional y provincial también pone en juego otros lugares de poder con asiento en San Nicolás. Por nombrar solo algunos: el Puerto, el hospital San Felipe, la UDAI San Nicolás de ANSES y las reparticiones locales de los ministerios de Trabajo.