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miércoles, diciembre 11, 2024
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“Nadie se hace cargo”: la queja de empresas de transporte sobre una “ecuación quebrada” en el interior

FATAP

Empresas que prestan servicios de transporte público de pasajeros en el interior del país reclamaron por “permanentes incumplimientos contractuales” y cuestionaron “decisiones insuficientes y tardías” por parte del Gobierno en el actual contexto inflacionario. Es en el marco de la negociación paritaria con la Unión Tranviarios Automotor. El problema de fondo: la “inequitativa distribución de recursos” entre el AMBA y el resto del país.

transporte
La Fatap volvió a señalar la existencia de una “inequitativa distribución de recursos que perjudica a las empresas, usuarios y trabajadores del interior”. EL NORTE

De la redacción de EL NORTE
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Mientras el Gobierno nacional pone en práctica la curiosa herramienta de la “renuncia voluntaria” al subsidio en el transporte público en la zona del AMBA, las empresas que prestan servicios en el interior del país volvieron a denunciar en el Ministerio de Trabajo de la Nación una “inequidad en la distribución de recursos” y una “ecuación quebrada” entre los costos de los servicios urbanos y suburbanos que prestan, las compensaciones que reciben del Estado, las tarifas que tienen autorizadas y el beneficio que como prestadores privados esperan recoger. Advirtieron que la situación también impacta sobre millones de usuarios y trabajadores del sector.

«Nadie se hace cargo de que se trata de un grave problema que afecta a millones de ciudadanos del interior del país que ven permanentemente amenazada la continuidad de los servicios, a causa de que las empresas prestadoras deben proveerlos con una ecuación económica quebrada a causa de los permanentes incumplimientos contractuales y de decisiones insuficientes y tardías atento al actual proceso inflacionario, todo lo cual se agrava a causa de la burocracia administrativa que demora el desembolso de las de por sí insuficientes compensaciones a sus beneficiarios», señalaron representantes de la Fatap en el Ministerio de Trabajo de la Nación.

Se trata de la Federación Argentina de Transporte por Automotor de Pasajeros, entidad que integran las prestatarias del interior –entre ellas, la nicoleña Vercelli Hnos–, que en la cartera laboral tiene reabierta su negociación paritaria con la Unión Tranviarios Automotor (UTA).

Los empresarios volvieron a contrastar la situación por la cual reclaman con lo que ocurre en la otra mínima porción territorial del país, el Área Metropolitana de Buenos Aires: el AMBA, es decir la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el conurbano bonaerense. En tal sentido, y por enésima vez, la Fatap volvió a señalar la existencia de una «inequitativa distribución de recursos que perjudica a las empresas, usuarios y trabajadores del interior y que resulta ser la principal causa de los desequilibrios del sistema».

Y concluyeron: «Es por ello que exigimos a todos los responsables del sistema, Ministerio de Transporte de la Nación, gobiernos provinciales y municipales, que asuman sus responsabilidades y adopten de modo urgente aquellas acciones que garanticen la igualdad en la asignación de los aportes nacionales y las asistencias necesarias a tales fines, sin los cuales será imposible atender los requerimientos salariales de los trabajadores del interior de la República Argentina».

¿Renuncia voluntaria?

Mientras tanto, el Gobierno nacional salió a ofrecer una extraña herramienta: la “renuncia voluntaria” a los subsidios por parte de los propios usuarios. La alternativa fue anunciada por el ministro nacional de Transporte, Diego Giuliano, quien aseguró que estará disponible para usuarios de colectivos y trenes de jurisdicción nacional: esto no alcanza a los usuarios de las líneas municipales de San Nicolás, y tampoco a las provinciales que también opera Vercelli Hnos y que unen nuestra ciudad con distritos vecinos como Ramallo, San Pedro y Pergamino, líneas cuya concesión es extendida por la Provincia.

De acuerdo a lo manifestado por Giuliano, la medida busca “lograr una redistribución del ingreso a favor de los sectores de la población que se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad” y entrará en vigencia desde el 27 de octubre.

“Es una opción que damos a los pasajeros a través de una resolución que emitimos hoy, y se da en un momento en que se plantea que los subsidios al transporte no son necesarios, por lo que les damos la posibilidad a los usuarios para que renuncien a ese subsidio y abonen la tarifa plena”, sostuvo el ministro, en un mensaje que sonó más a chicana político-partidaria-electoral que a una medida concreta para resolver un problema concreto.

Así parecen entenderlo también en la Fatap. “Es confuso. Y genera dudas y confusiones entre las empresas del interior. No sé cuál es el sentido. Este anuncio no cambia nada. Lo que tenemos que definir realmente es qué política de movilidad queremos en las ciudades”, señaló el empresario transportista Roberto Albisu en declaraciones al medio cordobés Cadena 3.

Qué pasaría si…

Por lo pronto, el sistema de renuncias voluntarias a los subsidios se implementará en el AMBA, donde el transporte público urbano y suburbano de pasajeros depende de la Nación. No alcanza a los usuarios de las líneas municipales de San Nicolás, y tampoco a las provinciales que también opera Vercelli Hnos y que unen nuestra ciudad con distritos vecinos como Ramallo, San Pedro y Pergamino, líneas cuya concesión es extendida por la Provincia.

De todas maneras, desde Transporte de la Nación anticiparon que se invitará a las jurisdicciones que cuenten con SUBE –actualmente 53 localidades en el país, entre ellas San Nicolás– para que se adhieran. Si esto sucede, ¿cuánto pagaría el usuario local que decida voluntariamente renunciar al subsidio? De acuerdo con el análisis de costos que Vercelli Hnos elevó al Concejo Deliberante en septiembre pasado, el pasaje local que actualmente tiene una tarifa de $144 pasaría a $527.

Según la prestataria, descontando las compensaciones ese mismo pasaje debería tener un valor de $420. Los números ilustran la inequidad en la asignación de compensaciones estatales para el AMBA y para el resto del país. Mientras que en el conurbano y CABA el boleto mínimo se paga hoy $52,96, fue el propio Giuliano quien advirtió que sin los subsidios ese pasaje se iría a $700. Es decir que mientras en AMBA los subsidios absorben el 92% de la tarifa, en San Nicolás –siempre de acuerdo con el estudio de costos presentado por Vercelli Hnos– las compensaciones cubren solo el 20% de la tarifa.