Paola Tato es Sargento de la policía bonaerense. El pasado jueves patrullaba junto a su compañero cuando recibieron el alerta de que a pocas cuadras había un bebé aparentemente sin signos vitales. El rápido accionar de los agentes policiales salvó la vida del niño. “Estoy orgullosa de ser policía. Nos entrenan para esto”, manifestó la mujer.
De la redacción de EL NORTE
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La sargento de policía que le salvó la vida a un bebé que se había descompensado contó con orgullo a EL NORTE la difícil experiencia vivida. Explicó que si bien había recibido varias capacitaciones en la fuerza, nunca le había tocado pasar por una situación similar. Desde el jueves pasado, la sargento Paola Gisela Tato se convirtió en una especie de heroína luego de salvarle la vida a un bebé de 18 meses que se habría ahogado mientras estaba siendo amamantado y aparentemente no presentaba signos vitales.
Paola hace más de ocho años que se desempeña en la fuerza, sabe de su compromiso con la sociedad, pero es la primera vez que atraviesa una situación como la vivida, en la que la responsabilidad de una vida humana quedó en sus manos. Relató que fue una experiencia que no va a olvidar ya que tuvo un final feliz, pero que el estrés y los momentos de angustia la llevaron a que cuando todo pasó no pudiera parar de llorar.
“Una cosa es lo que uno aprende de los libros y otra es cuando tenés que aplicar tus conocimientos con la templanza necesaria para hacer las cosas bien. Gracias a Dios hoy el final de esta historia es bueno, pero sin la colaboración de mi compañero, el sargento Leandro Vázquez no hubiera sido posible. La tranquilidad con la que condujo el vehículo, y afrontó la situación fue fundamental. En el viaje se activaron los llamados necesarios para despejar las rutas y tener prioridad de circulación, al mismo tiempo, se dio aviso al Hospital. Cuando llegamos ya los médicos nos estaban esperando”, explicó Paola.
Y agregó: “El fin de semana pude dialogar por Facebook con la mamá del bebé, me había estado buscando y me encontró ahí. Me agradeció mucho, pero lo que más me importaba era saber cómo estaba el nene. Estoy recontenta porque me dio la noticia de que el chiquito sigue bien”.
Los hechos
“Estábamos patrullando con mi compañero y nos avisan de que un bebe se podía haber ahogado con la leche cuando lo amamantaban. Llegamos al lugar rapidísimo”, repasó la agente.
Y concluyó: “La primera imagen con la que nos encontramos es con la del papá desesperado, con el nene en los brazos aparentemente sin signos vitales. A primera vista no respiraba, estaba pálido, cuando lo cargué en los brazos estaba frio y no reaccionaba. Me subí al móvil. Mi compañero pidió que nos fueran abriendo camino y empecé a hacer las maniobras de RCP. Fueron los minutos más largos de mi vida, el bebé no reaccionaba, parecía un muñeco. Cuando íbamos llegando al viaducto traté de estimularle la garganta, le metí el dedo en la boca, ahí vomitó, suspiró, tomó aire y empezó a llorar. Enseguida el cuerpo recuperó temperatura. Cuando llegamos al hospital lo revisaron y nos dijeron que ya estaba bien. Recién ahí empecé a pensar en lo que había pasado, estaba shockeada y empecé a llorar, lloré mucho. Lo más importante ahora es que este bien. Me siento orgullosa por lo que hice. Gracias a Dios todo salió bien y el bebé vivió. Dios le dio otra oportunidad”.
La traumática situación ocurrió el pasado jueves alrededor de las 18.30 en calle Pellegrini al 2300 de barrio Colombini. Débora, la mamá del bebé, en dialogo con EL NORTE había manifestado estar muy agradecida.
“Mil gracias a la policía. No sé quiénes eran pero les doy las gracias por devolverme a mi hijo, le salvaron la vida. No pude hablar con ellos. ¡Fue todo tan rápido! Se llevaron al nene junto a mi marido y cuando yo llegué al hospital, un rato después ya no estaban, me encantaría saber quiénes son. Salvaron a mi hijo, siempre les voy a estar agradecida”, había expresado la mamá del bebe.
La capacitación
Paola explicó que reciben capacitación de manera constante, especialmente sobre primeros auxilios y reanimación: “Cada año tenemos dos módulos de reentrenamiento en primeros auxilios, evacuamos todas las dudas, nos enseñan, por ejemplo cómo actuar ante un parto de emergencia, o cuando estamos frente a un accidentado con mucha pérdida de sangre, a esto lo vivimos a diario en nuestro trabajo. También cómo proceder en casos de ahogamiento o cuando es necesario practicar RCP. Estas capacitaciones me ayudaron mucho, son muy buenas y me gusta participar, más allá de que a veces nos quejemos porque tenemos que ir temprano o estar muchas horas, pero para mí es un gusto. Nunca me toco asistir en un parto pero estamos preparados, nos preparan para ayudar. Tengo 8 años de servicio casi 9 pero nunca me había tocado un caso así, tan extremo como éste. Mis compañeros actuaron perfectamente sincronizados, sabíamos que corríamos contra el tiempo”.
Por último, Paola Tato expresó: “Amo mi trabajo, lo hago por vocación. Estoy orgullosa de pertenecer a la fuerza, voy a seguir hasta donde el cuerpo me dé, me gusta ser policía, estoy muy orgullosa” explicó.