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jueves, noviembre 21, 2024
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17 de octubre, Día de la Lealtad Peronista

La popularidad de Perón, que había formado parte del grupo de militares nacionales que derrocó al último gobierno dictatorial del general Castillo de la llamada Década Infame, venía en ascenso desde fines de 1943, cuando fue nombrado secretario de Trabajo. Desde allí, y con el apoyo de los sindicatos, desarrolló gran parte del programa sindical histórico: se crearon los tribunales de trabajo, se extendió la indemnización por despido, se amplió la jubilación, se sancionaron los estatutos del Peón de Campo y del Periodista y se firmaron cientos de convenios colectivos.

La adhesión del movimiento trabajador a la tarea de Perón fue inmediata y esto no fue visto con buenos ojos aun dentro de su propio gobierno. Es por ello que el 12 de octubre de 1945 fue detenido y trasladado a la isla Martín García.

Inmediatamente, según relata el historiador Felipe Pigna, el Comité Central de la Confederación General del Trabajo (CGT) declaró una huelga general a partir de las cero horas del 18 de octubre “como medida defensiva de las conquistas sociales amenazadas por la reacción de la oligarquía y el capitalismo”. La iniciativa sindical fue, sin embargo, desbordada por las bases, y desde la tarde del 16 de octubre los obreros empezaron a dejar sus lugares de trabajo.

El 17 de octubre de 1945, miles de trabajadores provenientes principalmente del cordón industrial del Gran Buenos Aires se acercaron a Plaza de Mayo reclamando la presencia de Perón.

Habla al pueblo

Ante la multitud que se había concentrado frente a la Casa de Gobierno y que crecía a cada hora exigiendo la libertad de Perón, los mandos militares que lo habían detenido tuvieron que ceder y permitieron al General salir al balcón y hablarle a la multitud.

“Como secretario de Trabajo y Previsión”, comenzó su discurso Perón y siguió: “El Poder Ejecutivo ha firmado mi solicitud de retiro del servicio activo del Ejército. Con ello, he renunciado voluntariamente al más insigne honor al que puede aspirar un soldado: llevar las palmas y laureles de general de la Nación. Ello lo he hecho porque quiero seguir siendo el coronel Perón, y ponerme con este nombre al servicio integral del auténtico pueblo argentino. Dejo el sagrado y honroso uniforme que me entregó la Patria para vestir la casaca de civil y mezclarme en esa masa sufriente y sudorosa que elabora el trabajo y la grandeza de la patria”.

Ese mismo día, Perón se postulaba como candidato a presidente en las elecciones de 1946 y nacía el Partido Justicialista que finalmente llegaría al poder.

Debido al apoyo de los trabajadores que se acercaron a la Plaza de Mayo y que se mostraban dispuestos a permanecer allí hasta que liberen a Perón, esa jornada se recuerda como el Día de la Lealtad Peronista.