Dos días después de que irrumpieran desde Gaza, los combatientes del grupo terrorista palestino seguían escondidos en varios lugares de Israel, en un ataque que hizo añicos la reputación de invencibilidad del Estado judío.
El Ejército israelí dijo que llamó a filas a un número sin precedentes de 300.000 reservistas y que estaba imponiendo un bloqueo total de la Franja de Gaza, en una señal de que podría estar planeando un asalto terrestre en respuesta al devastador ataque perpetrado el fin de semana por hombres armados de Hamás.
Tras horas de intensos bombardeos de aviones israelíes, Hamás, el movimiento islamista que controla Gaza, anunció que ejecutaría a un israelí cautivo por cada bombardeo a casas de civiles.
Dos días después de que irrumpieran desde Gaza, los combatientes de Hamás seguían escondidos en varios lugares de Israel, en un ataque que hizo añicos la reputación de invencibilidad del Estado judío.
Las cadenas de televisión israelíes informaron que el número de muertos por los ataques había ascendido a 900.
Entre los muertos había ciudadanos de Italia, Ucrania y Estados Unidos, donde el presidente Joe Biden anunció el fallecimiento de al menos 11 de sus compatriotas.
Abu Ubaida, portavoz de Hamás, afirmó que el grupo había actuado de acuerdo con el Islam al mantener a salvo a los cautivos israelíes. Sin embargo, agregó que a cambio de cada bombardeo israelí de una casa civil sin previo aviso, comenzará a ejecutar a un civil israelí cautivo. En Gaza, controlada por Hamás, Israel prosiguió con sus ataques de represalia.
El ministro de Defensa, Yoav Gallant, declaró que se reforzaría el bloqueo para impedir la entrada de alimentos y combustible al enclave, donde viven 2,3 millones de personas, lo que generó una condena internacional.
“Privar de alimentos y electricidad a la población de un territorio ocupado es un castigo colectivo, que constituye un crimen de guerra”, afirmó en un comunicado Omar Shakir, director para Israel y Palestina de Human Rights Watch.
Al caer la noche, los ataques aéreos israelíes se volvieron más agresivos y, según testigos, fueron alcanzados varios cuarteles generales y ministerios de seguridad de Hamás. También destruyeron algunas carreteras y viviendas.
Israel bombardeó también la sede de la empresa privada Palestinian Telecommunication Co., lo que podría afectar a los servicios de telefonía terrestre, Internet y telefonía móvil. Mientras llovía, las explosiones y los relámpagos iluminaban el cielo y los truenos se mezclaban con el sonido de los bombardeos.
En una nueva señal del rápido cambio de Israel a una situación de guerra, un miembro del gabinete del partido Likud del primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que podría establecer un gobierno de unidad nacional al que se unirían los líderes de la oposición en cuestión de horas.
Netanyahu señaló a los alcaldes de las ciudades del sur afectadas por el asalto sorpresa que la respuesta de Israel “cambiaría Medio Oriente”.