La mayoría de los intendentes oficialistas que ayer se sacaron la foto con Roberto Feletti y Axel Kicilof para apoyar el sistema de congelamiento de precios dispuestos por el gobierno nacional relativizaron la implementación del plan, salvo Mario Secco, que calificó a los empresarios de “miserables”
La fractura expuesta que atraviesa el perokirchnerismo se refleja también en la forma en que los intendentes del oficialista Frente de Todos se pararon de cara al control de precios que dispuso el gobierno nacional y las fotos que ayer se tomaron con el gobernador Axel Kicillof el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti.
Mientras que la mayoría reconoce en privado que “ni locos vamos a perseguir a nuestros comerciantes que el año pasado la pasaron tan mal”, el ultrakirchnerista Mario Secco, de Ensenada, los descalificó como “miserables”.
En declaraciones a Radio Provincia, Secco calificó a los “formadores de precios” como “chantas y miserables que juegan políticamente. Es muy miserable lo de estos tipos porque van encareciendo los precios de una manera muy jodida”.
Hoy a la mañana, varios intendentes de Juntos se despegaron de la estrategia oficial para que sus inspectores sean parte del esquema oficial que busca controlar los precios que aparecen en las góndolas de los super e hipermercados de cada localidad.
“Ni en ped… vamos a salir a multar… Ya está, no tiene sentido. Sí vamos a estar atentos a los precios que ponen las grandes superficies comerciales, pero la mayor parte de nuestra comunidad está comprando en los comercios de cercanía”, le dijo a MDZ un intendente peronista del Gran Buenos Aires.
Es decir, que más allá de las declaraciones públicas de algunos, o lo arriba señalado por Secco, a pesar de las reuniones y los compromisos firmados nadie se ve cerrando o clausurando negocios.
Un secretario municipal de la región noreste le reconoció a MDZ que “no es que suframos un costo muy elevado. Los comerciantes, la mayoría de origen chino, no tienen poder de lobby o no provocarían una reacción social en su favor. Mucho menos los híper y las grandes cadenas. Pero la verdad es que no hay mucha energía para ir cerrando negocios”.