El insólito hecho ocurrió en el año 1993 en la ciudad de Comodoro Rivadavia. El hombre le dijo a su esposa que iría a comprar cigarrillos al kiosco y no regresó más. Luego de 30 años, la policía dio con el paradero del sujeto, quien dijo “estar cansado” y por eso se fue de su hogar.
Adolfo Enrique Sandoval Farías había desaparecido de su hogar en Chubut en febrero de 1993. “Voy a comprar cigarrillos al kiosco” le dijo a su esposa y nunca más volvió a tener contacto con ningún familiar.
Su esposa, preocupada ante su desaparición realizó la denuncia correspondiente, pero no obtuvo datos sobre su paradero. Lo insólito es que después de 30 años de misterio, la policía llegó hasta una dirección en la localidad de General Conesa, Río Negro, luego de seguir una pista y dio con el hombre.
Fue el mismo Adolfo Enrique Sandoval, ahora con más de 60 años, quien les abrió la puerta de su casa. Los atendió con mucha amabilidad y dijo ser la persona que estaban buscando. La explicación que le dió a la policía fue que por diferencias con Nelci Isabel, su esposa, “estaba cansado” y había decidido irse de su casa, posteriormente de la ciudad y no regresó más. Ni siquiera volvió a comunicarse con ningún familiar.
Respecto al curso de la investigación, la denunciante (su esposa) falleció, con lo cual están buscando dar con el paradero de los hijos para concluir la historia.
