Rosh Hashana, de esta manera se llama a la festividad en la que judíos de todo el mundo celebran el año nuevo, según el calendario hebreo. Estos días se prepararon para darle en el día de hoy, la bienvenida al año 5784.
Se trata de la fecha más sagrada del judaísmo junto al Yom Kipur (Día del Perdón), el punto culminante de unas jornadas de reflexión e introspección que se inician durante el año nuevo y que reciben el nombre de 10 Días Terribles o de Arrepentimiento (Yamím Noraím). El Yom Kipur es un día de silencio sepulcral en el que Dios decide quiénes serán inscritos en el ‘libro de la vida’.
En el día de hoy el pueblo judío conmemora la creación del mundo y, al sexto día, del ser humano. Se celebra dos días antes del comienzo del mes hebreo de ‘tishrei’, según una tradición que data de hace unos 4.500 años, cuando la fecha era anunciada desde Jerusalén a todas las comunidades por medio de hogueras. No obstante, la primera referencia escrita sobre la celebración del Rosh Hashana data del año 200.
Cómo se celebra
Los creyentes harán sonar 100 veces el shofar, un instrumento litúrgico fabricado con el cuerno de un carnero, cabra, antílope o gacela que representa la liberación del sometimiento del pasado y cuyo invita a ‘despertar’ la conciencia de las personas con el fin de arrepentirse de los malos actos y volver a Dios. Asimismo, la tradición manda que, en todos los hogares judíos, las chicas enciendan las velas y reciten bendiciones.
Durante Rosh Hashaná, al igual que con Shabat, los judíos devotos también se abstienen de participar en ciertas actividades, como usar dispositivos eléctricos o electrónicos, conducir o escribir. En su lugar, suelen asistir a los servicios de oración en la sinagoga.
Comidas tradicionales
En Rosh Hashaná también se comen algunos alimentos especiales que simbolizan bendición, como dátiles, manzana con miel, granada, calabaza y muchos alimentos dulces, con el fin de buscar que el año que comienza sea “tan dulce como la miel” y “próspero como la granada, repleta de granos frescos y deliciosos”. Tampoco puede faltar la jalá, el característico pan trenzado judío.
Sin embargo, el plato más tradicional es el gelfilte fish, que suele ser pescado molido con cebolla, zanahoria, perejil, sal y pimienta. Suele cocinarse horneado en forma de bastón o hervido en forma de albóndigas. El pescado blanco representa la fertilidad, prosperidad y liderazgo en la familia. En cuanto al postre, se sirve el leicaj, un dulce a base de miel que combina huevo, azúcar, canela, té y aceite. Es esponjoso y de forma circular.