Atrás del volante y más allá de la pista: en Auto Show entrevistamos al piloto nicoleño Oscar Alberto “Beto” Ackermann para conocer su vida y trayectoria dentro del mundo motor.
Por Milagros González
Especial para EL NORTE
En la calidez de su taller nos recibió Beto, uno de los tantos y queridos pilotos locales. “Hay gente que es tranquila y otra que le gusta acelerar. Yo salí dentro del pack que le gusta acelerar”, comenzó contándonos sobre su pasión. Su carrera se inició a los 25 años y “surgió muy de casualidad”: fue su hermano quien compró la moto, pero llegado el momento decidió no correr y se la cedió.
“De los deportes motor, es el que más depende del propio piloto. Un piloto malo con una buena moto no le gana a nadie y un piloto bueno con una mala moto le puede ganar a cualquiera”, nos comentó, y, sabiendo la exigencia presentada, todos los días muy temprano, aun en invierno con escarcha en el piso, se levantaba e iba a entrenar en el vehículo para luego cumplir con sus horas de trabajo en una empresa.
El debut
Junto a “Los Legendarios”, hizo su primera participación en Villa Constitución. Debía correr en la categoría de principiantes, pero al llegar con el equipo pensaron que ya era piloto y lo obligaron a participar en la misma que sus compañeros. “Entre volverme a mi casa con las manos vacías y correr pero que me saquen dos vueltas, preferí correr”, expuso Ackermann, dando cuenta de su empeño en la competición.
“Inicié y estuve en un par de carreras en aquel TC4000 que había en los años 80 y 90 acá en San Nicolás que fue muy concurrido. Después empecé a correr en moto, me dediqué mucho. Ya en esa época entrenaba en gimnasio con entrenadores personales muy aplicados, yo siempre creía que lo que hacía era poco y necesitaba hacer más para llegar a la excelencia, pero es un deporte en el que nunca se llega porque siempre hay uno que puede ir más rápido”. En su camino, disputó campeonatos bonaerenses y provinciales, que lo llevaron a viajar a Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe, entre otras.
“El destino creo que nos está esperando”
Fue subcampeón de la mayor de motocross, que es lo que hoy sería MX1. “Y cuando estaba en mi mejor momento, mejor entrenado, mejor preparado, tuve el accidente”, nos contó. La fecha se corría en el Camping de la UOM y faltaban solo dos para el cierre, saliendo tercero o cuarto y sumando apenas unos puntos, tenía la posibilidad de coronarse en su ciudad, pero “el destino dijo que así no iba a ser”.
Ackermann tenía como costumbre no andar los viernes para no tener golpes cerca de la carrera. Ese jueves fue al circuito a girar, las opciones eran dos: el de Paraná y el de la UOM. Optó por el segundo considerando que era más exigente y aprovechando también que era en el mismo lugar donde se desarrollaría la final.
“El destino creo que nos está esperando y por más que lo esquivemos y nos tiene que tocar, nos va a tocar. Hay que aceptarlo así, yo al menos lo acepté así. Entrenando se quedó trabado el acelerador de la moto en el lugar exacto para que yo me golpeara de la manera que me golpeé; por eso digo que el destino te espera”, nos relató Beto sobre el accidente que a sus 29 años lo dejó sin movilidad en las piernas.
Seguir adelante
Tras el accidente, “la vez que dije ¿por qué a mí?, instantáneamente dije ¿y por qué no a mí?”, continuó relatando Beto, que a pesar de la dificultad para recuperarse logró salir adelante. “Pienso que el que se queda pensando en el pasado, esa persona sí está en problemas y no logra superarse”, afirmó.
Su regreso a las pistas se dio gracias a que su hermano y sus dos sobrinos estaban corriendo en motocross. “Por el afán de querer darles una mano a ellos pensé en comprar un cuatriciclo para acercarme a las pistas y brindarles lo poco o mucho que yo podía”, señaló. Fue a partir de eso que compró el primer UTV. Tiempo después y de “casualidad”, su yerno se enteró de que en Córdoba se disputaba un campeonato, se puso en contacto con los organizadores y volvió a las carreras.
El retorno a la actividad fue más que exitoso ya que se coronó campeón en el Rally Cordobés hace dos años, y agradeció a sus amigos de Córdoba, a Juan de la Colina y a su pareja, Daniela. “Brindan todo para darme una mano, creo que sin ellos no podría estar compitiendo”, remarcó.
Actualmente a sus 56 años Beto continúa en actividad y está tramitando la licencia en la CDA para poder participar de todos los rallies. Además, en estos días recibió una invitación del Federal, por lo que en la próxima fecha en Arrecifes podría sumarse al campeonato que disputan los nicoleños Muciachio y Monserrat.
“Lo fundamental es la voluntad, tengo un dicho que por ahí lo aplico: si no lo hago yo, ¿quién lo va a hacer? Trato de hacer todo lo que puedo. Por supuesto que necesito ayuda, y mucha, pero si lo puedo hacer, no dejo que me ayuden, trato de hacerlo solo. Fundamentalmente lo importante para todas las personas que estén en la situación que estén es la voluntad y creer que se puede salir adelante”, cerró Beto.