“Desconexión” y “apagado forzoso” de todas las terminales “hasta tanto se restituyan los sistemas”, advierte un comunicado interno. Volvieron a autorizar las recetas en papel y se renovaron automáticamente los tratamientos.
En la madrugrada del miércoles pasado se cayó el sistema informático de PAMI . Según la información difundida por propio organismo, se trató de un “ciberataque”.
Desde entonces el sistema está totalmente caído, lo que incluye la imposibilidad de millones de afiliadas y afiliados de todo el país de realizar trámites y sacar turnos médicos. Los inconvenientes alcanzan a la propia página web y la app oficiales.
Pero pasó una semana y los inconvenientes continúan. Entre empleados de planta y contratados trabajan unas 14.000 personas que no pueden prender sus máquinas.
Fuentes al interior del organismo reconocen que circuló una comunicación interna en la que se les pidió apagar toda computadora conectada al sistema hasta nuevo aviso para avanzar en un formateo integral, y también les prohíbe “terminantemente” a toda persona vinculada al PAMI que “conecte y utilice una computadora personal externa al Instituto dentro de la red por Wi-Fi o Cable”.
Apenas conocida la noticia del “ciberataque”, mediante comunicados aseguraron que la información de los servidores “se halla resguardada y protegida”.
Dicen que se “ha afectado temporalmente el servicio”, pero que “el ataque ha sido mitigado”. Y como parte del “plan de contingencia”, se ordenó la suspensión de los sistemas informáticos del organismo, que “serán dados de alta progresivamente”.
Desde el organismo -la mayor obra social del país, con cinco millones de afiliados- intentan transmitir tranquilidad y han adaptado los tramites para poder mantener la prescripcion de recetas y la despensa de medicamentos en farmacias como la renovación de los tratamientos en curso, “todas las recetas y órdenes médicas se realizarán en receta papel emitidas por los médicos de cabecera y profesionales de la salud”.
Además, señalaron que las consultas médicas, prácticas y derivaciones se realizarán en receta papel “a través de nuestros médicos de cabecera y profesionales médicos”. En ambos casos, indicaron, se trata del mismo mecanismo utilizado de manera habitual por prepagas y obras sociales.
La obra social de los adultos mayores busca subrayar que más allá de las complicaciones lógicas del ataque cibernético, hasta el momento los seguimientos de la dispensa de medicamentos en la red de farmacias indican que “se mantienen en volúmenes habituales los consumos de medicamentos”.
No obstante, si la situación no se resuelve, en las próximas semanas se va a ver el cuello de botella, tanto con los servicios a los pacientes como con la administración interna de la institución sobre todo con los pagos a proveedores y las licitaciones de servicios.
Algunos prestatarios del PAMI definen el escenario actual como una olla a presión. Explotará en unas semanas. Sobre todo por la centralización de los sistemas en Buenos Aires y la falta de respuesta a las provincias.
En unas semanas -señalan-, si el sistema vulnerado continúa apagado, el tema tomará temperatura.