La contracara de este tipo de estadística es la vinculada al mercado de trabajo. Las mujeres son –en mayor medida– las que no se incorporan, o lo hacen de forma parcial, o deciden suspender sus carreras en determinados momentos de la vida.
De la Redacción de EL NORTE
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Según las encuestas nacionales sobre el uso del tiempo, el 92% de las mujeres realizan tareas de trabajo no remunerado versus el 74% de los hombres. Específicamente profundizando en el trabajo doméstico (ordenar, limpiar y/o lavar los platos, lavar y planchar ropa y cuidar mascotas), la actividad de las mujeres alcanza casi el 90%, mientras que entre los varones se ubica en el 68,3% (ENUT, 2021). Es decir que, en Argentina, 8 de cada 10 mujeres realizan este tipo de trabajos, frente a 6 de cada 10 varones (EPH, Indec, 2022).
Cuando analizamos el total de tiempo destinado, las mujeres dedican –en promedio– algo más de 4 horas diarias, y los varones algo más que 2 horas y media (ENUT 2021). Esta desigual distribución se sostiene a partir de estereotipos de género que desde edades tempranas asocian a las mujeres con las tareas domésticas.
ÍNDICES LABORALES MÁS FAVORABLES PARA VARONES
La contracara de estos números es la vinculada al mercado de trabajo. Las mujeres son –en mayor medida– las que no se incorporan, o lo hacen de forma parcial, o deciden suspender sus carreras en determinados momentos de la vida.
Esto lleva a que los índices laborales sean más favorables para los varones: su participación en el mercado de trabajo es del 70%, frente al 51% de las mujeres (Indec 2022). Además, solamente uno de cada cuatro puestos de jefatura son ocupados por mujeres (Indec 2021) y la brecha salarial alcanza el 28% (Ministerio de Economía 2023).
Es decir que son las mujeres las que relegan su inserción y desarrollo en trabajos remunerados para hacerse cargo del trabajo doméstico.
Desde 1983, en julio se conmemora el Día Internacional del Trabajo Doméstico para visibilizar las tareas que realizan miles de mujeres con relación a aquellas actividades vinculadas al sostén del hogar.
FALTA DE MARCO LEGAL Y CORRESPONSABILIDAD
El trabajo doméstico suele ser invisibilizado, pese a tratarse de tareas fundamentales para el desarrollo de todas las demás actividades. Según Carolina Villanueva, directora y cofundadora de Grow-género y trabajo: “La posibilidad de que todas las demás personas puedan salir a trabajar y hacer su labor en el ámbito productivo depende –necesariamente– de este trabajo que está detrás”.
Mucho de este escenario lo explica el factor cultural, y la división sexual del trabajo que históricamente asignó a las mujeres el espacio doméstico y a los varones el espacio público. Pero, además, o en sintonía con esto, en nuestro país no contamos con un marco legal que garantice las tareas de cuidado. Se vuelve imperativo contar con un marco legal sólido que aborde la cuestión del trabajo doméstico y garantice el cuidado como un derecho, con un enfoque en la corresponsabilidad.
En mayo de 2022, se presentó en el país el proyecto de ley Cuidar en Igualdad, una iniciativa que busca instaurar un sistema integral de cuidados, invertir en infraestructura y establecer un nuevo régimen de licencias, todo ello con el objetivo de asegurar una mayor equidad desde una perspectiva de género. Sin embargo, hasta el momento, el proyecto de ley no ha sido tratado.
