Desde el sábado el Gobierno provincial mantiene abierto el registro para inocular contra el coronavirus a niños y niñas de entre 3 y 11 años. En San Nicolás, durante las primeras 48 horas ya se inscribieron 4012 nicoleños de esa franja etaria. En toda la provincia de Buenos Aires hubo un total de 400.000 anotados.
De la redacción de EL NORTE
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En las primeras 48 horas después de abierto el registro oficial para inocular a menores de entre 3 y 11 años contra el coronavirus en la provincia de Buenos Aires, ya se inscribieron 4012 nicoleños de esa franja etaria. En toda la provincia de Buenos Aires los inscriptos superaban los 400.000.
Según datos a los que pudo acceder EL NORTE, en San Nicolás el universo comprendido en la franja etaria de 3 a 11 años es de unos 23.000 niños y niñas. Marcelo Rojas, subdirector de Región Sanitaria IV, le explicó a este diario que los padres y/o tutores de estos infantes deberán expresar su consentimiento para que los menores accedan a la inmunización contra el coronavirus.
El Gobierno provincial, por su parte, destacó que eran ayer más de 400.000 los niños y niñas que fueron inscriptos durante el fin de semana para recibir la vacuna Sinopharm contra el coronavirus en territorio bonaerense. Además, las autoridades sanitarias nacionales y bonaerenses buscaron llevar tranquilidad respecto a la evidencia científica que avala la aplicación en esa franja etaria tras el pedido de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).
En el caso de las vacunas Sinopharm, explicó que su utilización fue autorizada por la Anmat tras haberse realizado ensayos clínicos de las fases 1 y 2 y dijo que la Argentina ya cuenta con un stock de 10 millones, a las que se sumarán “entre el 4 y el 11 de octubre un lote de 1,5 millones más y otro de 1,6 millones, con lo que completará 12 millones de dosis a fin de este mes”.
En cuanto a las Pfizer, la ministra de Salud Carla Vizzotti adelantó que entre el 24 y el 27 de este mes llegarán dosis para ser aplicadas a un universo de 5 millones de adolescentes.
Por su parte, el ministro de Educación Jaime Perczyk aseguró que “la vacunación tiene que ver con recuperar presencialidad plena desde el nivel inicial, recuperar tiempos y aprendizajes en la escuela y la normalidad creciente en el campo educativo”. Y agregó que la vacunación “aporta, también, a recuperar a los chicos que se nos fueron del nivel educativo, porque invitándolos a vacunarse van a volver a la escuela”.
El pedido del SAP
Desde la Sociedad Argentina de Pediatría se mostraron a favor de comenzar a vacunar a la población infantil, pero reclamaron las evidencias científicas que sustentaron la aprobación del fármaco por la Anmat. Como respuesta, el gobernador Axel Kicillof afirmó que “si la Anmat autoriza el uso de una vacuna o un medicamento, no hay más dudas ni nada que discutir”.
Al respecto, EL NORTE consultó al virólogo local Aldo Cáceres Ruiz Díaz para conocer los motivos que movilizaron a la SAP a realizar ese pedido de información.
“Desde ya que no existe ninguna vacuna capaz de generar un daño a quien se la aplique. Desde la Sociedad Argentina de Pediatría sacaron un comunicado de que esta vacuna que se va a utilizar, la Sinopharm, se presentaron solo estudios de fase 1 y 2, faltaría la 3. No es nada malo, pero se deben respetar los procesos investigativos de cada etapa. La Pfizer, por ejemplo, ya presentó el informe de las tres etapas y también se va a utilizar para inocular a los niños”, manifestó Cáceres Ruiz Díaz.
De inmediato, agregó que “hay que aclarar que la fase 3 es la que determina la posibilidad de utilizarla en un público general. En la fase 0 se comienzan con estudios preliminares, después con una pequeña población animal, a eso le sigue una pequeña población humana y finalmente una población humana mucho más grande. Esa es la tercera fase que te determina si sirve o no en una población objetiva. Por último está la fase cuatro, que es una vigilancia epidemiológica a nivel global”.
Para el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, la organización de pediatras transmite “ansiedad, malestar e incertidumbre a una población que confía en nosotros”. Y defendió a la Anmat como “única organización en Argentina con capacidad de habilitar, autorizar o no, una medicación o tratamiento”, al tiempo que destacó que el Ministerio de Salud de la Nación y las carteras provinciales “somos los únicos que tenemos la responsabilidad, la capacidad, el conocimiento y los equipos técnicos capaces de diseñar una política sanitaria”.