El gremio industrial más emblemático del país y las cámaras del sector metalmecánico se reunirán nuevamente este miércoles desde las 13:00, tras el fracaso de las negociaciones sostenidas el lunes. Furlán ratificó su exigencia de un incremento trimestral del 30% sobre el salario acumulado, incluido en ello un 10% con relación a abril, mayo y junio.
De la redacción de EL NORTE
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La Unión Obrera Metalúrgica (UOM), que comanda Abel Furlán, volvió a fracasar el lunes en su intento de cerrar la segunda revisión trimestral de su discusión paritaria sectorial. Las conversaciones se dieron en el marco del Ministerio de Trabajo de la Nación y cerraron sin contrapropuesta concreta de los empresarios ni acercamientos sustanciales.
La renovación del convenio de salarios del corriente había tenido su primera versión en la sede de la UOM, ubicada en Alsina casi Bolívar. Para el lapso julio/septiembre la dirigencia al mando de Abel Furlán ratificó su exigencia por el 30% sobre el salario acumulado, incluido un 10% con relación a abril, mayo y junio. Pero además agregó un ítem: el pago de un bono, en concepto del “día de los trabajadores y trabajadoras metalúrgicos”, por $60.000. Una aspiración gremial en la trama de la suma fija que pondera esa organización en línea con otros sindicatos del ala kirchnerista bajo la presión inflacionaria y para los salarios más bajos.
Para el lapso julio/septiembre la dirigencia al mando de Abel Furlán ratificó su exigencia por el 30% sobre el salario acumulado. Las empresas consideran que el reclamo es excesivo
Las empresas consideran que el reclamo es excesivo. “La estamos pasando mal las empresas y los trabajadores”, resumieron declararon empresarios del sector, en su mayoría pymes.
La UOM viene de pactar un 18% acumulativo con un 10% para abril y el 8% en mayo firmado el miércoles 5 de abril. Tuvo el condimento de que esa mejora fue «acumulativa» llegando entonces al 18,8% para los 20 puntos pretendidos La condición de “acumulativa” fue resistida por las cámaras patronales.
Hasta ahora el formato que adaptaron las partes, para la versión 2023 de esa negociación colectiva, está acotado a tres meses. Desde esa métrica paritaria, como resaltan en Smata, la distancia de la mejora en sueldos con la inflación se acorta a 2 meses respecto al incremento sostenido de precios. En pacto largo llega a 7 meses o más.
La metodología
En la metalurgia las cámaras Adimra, AFAC (autopartistas), Camima (pymes industriales), Afarte (electrónicas de Tierra del Fuego), Caiama (aluminio) y Fedehogar (electrodomésticos) refrendaron como en la anterior reunión “que lo fundamental es fijar la metodología para aplicar las mejoras”. Fuentes de las patronales destacaron como “primordial” este punto. “No es antojadizo o un capricho, consideramos que sin previsibilidad no hay beneficios ni para los trabajadores ni para los empresarios”, destacó uno de los ejecutivos que participó en el debate de este lunes en la sede Congreso de Trabajo, ubicada sobre la avenida Callao, del ministerio.
En cuanto a la percepción sindical, como viene sucediendo desde el inicio de la gestión Furlán en el secretariado nacional de la UOM, es que las empleadoras consideran que “nuestra nueva tónica de discusión paritaria es más que una piedra en el zapato para los empresarios”.