El regreso de su enviado a Moscú no llevó más que pesimismo al Vaticano.
El Papa Francisco afirmó este viernes que no hay un final aparente a la vista para la guerra en Ucrania. Mientras su enviado de paz concluía tres días de conversaciones en Moscú.
“La trágica realidad de esta guerra que parece no tener fin exige de todos un esfuerzo creativo común para imaginar y forjar caminos de paz”, indicó el Santo Padre a una delegación religiosa del Patriarca de Constantinopla.
El Vaticano informó que el enviado del Sumo Pontífice, el cardenal italiano Matteo Zuppi, había terminado sus consultas en Moscú. Allí se había reunido con uno de los asesores de Vladimir Putin, Yuri Ushakov, y con el jefe de la Iglesia ortodoxa rusa, Cirilo.
“(La visita tenía) como objetivo identificar iniciativas humanitarias, que podrían abrir caminos hacia la paz”, decía el comunicado. Añadió que se tomarían nuevas medidas, pero no dio detalles.
Francisco pidió repetidamente el fin de la invasión rusa de Ucrania. El cual destruyó pueblos y ciudades ucranianas, causó la muerte de decenas de miles de personas y expulsó a millones más de sus hogares.
El Papa pidió a Zuppi en mayo que actuara como su enviado de paz y el cardenal visitó Kiev para mantener conversaciones con Zelenski.