Lo llamaron por teléfono y le dijeron que habían secuestrado a su hija y su yerno. Aturdido por la situación y por estos “profesionales” del engaño, el hombre juntó los pesos y dólares que guardaba en su casa, los puso en dos bolsas y los dejó en la vereda, donde fueron “levantados” por los delincuentes.
La víctima pudo certificar minutos más tarde que su hija y su yerno estaban en su domicilio, comprobando así que había sido engañado. La causa fue caratulada como Estafa por la UFI N° 13.