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Sólo 3 de cada 10 mujeres estudian ciencia, tecnología o ingeniería

BRECHA DE GÉNERO

Como indica la Organización de las Naciones Unidas, sólo el 35% de las estudiantes de ciencia, tecnología, matemáticas e ingeniería y sólo el 30% de quienes investigan en todo el mundo son mujeres. Estos han sido campos ocupados históricamente por varones cisgénero. Los estereotipos que han consolidado a los varones como fuente de conocimiento, poder y objetividad y colocado a las mujeres en el rol de cuidadoras o asistentes.

De la Redacción de EL NORTE
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Desde 2014 cada 23 de junio se celebra el Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería, creado por la Women’s Engineering Society (WES) en Reino Unido, con el objetivo de visibilizar a las mujeres en esta profesión. Fechas como la de hoy ponen en valor el papel fundamental que desempeñan mujeres y niñas en la ciencia, la tecnología y la ingeniería. Al mismo tiempo busca poner en agenda y debate las desigualdades que persisten en estos ámbitos dado que estos han sido campos ocupados históricamente por varones cisgénero (es decir, varones cuya identidad de género coincide con el sexo asignado al nacer). Esto se da por diversos motivos, entre ellos, los estereotipos que han consolidado a los varones como fuente de conocimiento, poder y objetividad y colocado a las mujeres en el rol de cuidadoras o asistentes. A esto se suma la discriminación por racialidad, etnia, clase social y discapacidad.

FALTA DE REPRESENTACIÓN Y PROTAGONISMO

Al mismo tiempo, la constante invisibilización de las científicas, filósofas y artistas que han realizado aportes fundamentales a la humanidad y que aún hoy, no son reconocidas en los medios de comunicación, en los planes de estudio, incluso en los libros de historia donde sí abundan los varones, provoca la falta de representación para las nuevas generaciones de investigadoras, ingenieras y técnicas.

Existe una alarmante falta de referentes femeninos en los programas académicos. A causa de esto, muchas niñas deciden no cursar asignaturas STEM cuando llegan a la secundaria, pese a tener calificaciones iguales o superiores a las de sus compañeros.

Más allá de las pocas científicas que han sido galardonadas con premios Nobel o que se han incluido en los libros de texto, existen decenas de físicas, químicas, matemáticas, biólogas e informáticas que han caído en el olvido. Las carreras científicas siguen estando protagonizadas por los hombres y la brecha de género presente en este ámbito se mantiene.

DESDE LA INFANCIA

Como indica la Organización de las Naciones Unidas, sólo el 35% de las estudiantes de ciencia, tecnología, matemáticas e ingeniería y sólo el 30% de quienes investigan en todo el mundo son mujeres. La brecha de género no empieza en la carrera o en las primeras oportunidades laborales, empieza en la infancia. Desde pequeños, los niños y las niñas se ven expuestos a una serie de estereotipos y prejuicios ligados a los roles de género que condicionan su desarrollo y su comportamiento.

“A menudo se cría a las niñas con la idea de que las disciplinas STEM son temas masculinos y que las aptitudes femeninas en estos campos son innatamente inferiores a las de los varones”, advierten en el informe Descifrar el código: la educación de las niñas y las mujeres en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) elaborado por la UNESCO.

BARRERAS

A lo largo de la carrera científica y de investigación, las mujeres se topan con múltiples barreras a las que tienen que sobreponerse. Por un lado, la falta de reconocimiento con respecto a sus compañeros, que reciben muchos más premios que ellas. Por otro lado, que su contribución no se acredite tanto como la de los hombres en publicaciones científicas, tal y como informa un estudio compartido en Nature, y que sus proyectos reciban menos financiación.

Además, las mujeres sufren una mayor tasa de acoso sexual en el contexto laboral, cosa que puede determinar drásticamente su carrera, y se enfrentan constantemente a prejuicios de género, cosa que les obliga a estar en una permanente lucha por demostrar sus capacidades y por no sentirse ignoradas o desplazadas.

En otro orden, incide la consideración que manifiestan muchas mujeres en relación a que la maternidad supone un freno en su desarrollo profesional e impide que tengan una carrera exitosa, a diferencia de sus compañeros. Los tiempos de las carreras científicas no coinciden ni se adecuan con los tiempos sociales y biológicos de las mujeres, de ahí que muchas de ellas se queden atrás y ellos avancen hasta ocupar los cargos con más prestigio.

“Todavía hoy, en el siglo XXI, las mujeres y las niñas son marginadas en la esfera científica debido a su sexo”, afirmó la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay. “Las mujeres deben saber que tienen un lugar en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas y que tienen derecho a participar en el progreso científico”, agregó.

En Argentina, por ejemplo, sólo el 25% de investigadores superiores del CONICET son mujeres.