Según un informe de la Cepal junto con el Ministerio de Economía, las familias encabezadas por mujeres con hijos a cargo son las que más solicitan algún tipo de financiamiento para acceder a bienes como la comida o los medicamentos. También se usa para pagar deudas anteriores, sobre todo en sectores vulnerables.
De la Redacción de EL NORTE
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Con la disparada de la inflación, las familias recurren cada vez más al endeudamiento para costear y financiar bienes esenciales. Según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) junto con el Ministerio de Economía, el 64% de los hogares financian sus compras de alimentos y medicamentos. Una de las últimas medidas oficiales para morigerar los gastos de las familias fue, justamente, la ampliación de los saldos de las tarjetas de crédito. Según los datos del Primer informe sobre endeudamientos, géneros y cuidados en la Argentina, las familias encabezadas por mujeres, con hijos a cargo, son las que más solicitan algún tipo de financiamiento para acceder a bienes básicos.
Las familias encabezadas por mujeres enfrentan situaciones de elevada vulnerabilidad financiera: el 72,6% destina el financiamiento a la compra de comida y medicamentos, y en el caso de los liderados por varones, tal situación llega al 65,9%.
INFORMALIDAD LABORAL
“La disparidad entre géneros se explica, en gran medida, por la elevada incidencia de la informalidad laboral en los hogares sostenidos por mujeres, entre las personas que carecen de un trabajo registrado”, marca el informe. En este sentido, el 69,2% de las trabajadoras informales solicitaron algún tipo de financiamiento, frente a un 49,4% de sus pares con inserciones laborales formales.
Este último dato da cuenta de la ampliación de la brecha social entre trabajadoras formales y aquellas que están en la informalidad. Es decir, ya no se trata solamente de una diferenciación en el acceso a la seguridad social, sino también de un mayor endeudamiento, lo que podría traer aparejados problemas a futuro.
El fenómeno de la feminización de las deudas revela la vulnerabilidad económica y la falta de autonomía económica a las que se ven expuestas las mujeres, que las lleva a endeudarse más que los varones y en mayor proporción con fuentes de financiamiento informales y de mayores costos –monetarios y no monetarios–.
Refleja, además, la desigual distribución de las tareas de cuidado, ya que las mujeres no solo son las principales responsables de la provisión de cuidados, sino también de su gestión mental y financiera.
