El choque se dio cuando ambos grupos coincidieron en la sede para empadronarse. La Policía detuvo a 23 violentos y secuestró dos armas 9 milímetros.
La inminente vuelta del público en el fútbol argentino generó una verdadera revolución en el seno de las barras bravas, que una vez más siembran el terror en la puja por el poder. No sólo en las tribunas: también en las calles. Una verdadera pesadilla vivieron los vecinos, transeúntes y automovilistas que pasaron esta tarde por avenida Mitre y España: allí se dirimió a los tiros la interna de la barra de Independiente.
El choque entre los dos grupos se dio en el momento en el que se encontraron en el club con el objetivo de regularizar su situación como socios para entrar a la cancha. El cruce llegó a ser capturado en video por peatones o vecinos que se sorprendieron al quedar en medio de la guerra. La Policía logró apresar a 23 de los barras que fueron trasladados a la Comisaría primera de Avellaneda y secuestró dos armas 9 milímetros.
A su vez, hubo intervención de la seguridad en el colegio para proteger a los chicos del enfrentamiento. Al mismo tiempo, efectivos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires persiguieron a un grupo de los barras en fuga hacia el puente Pueyrredón viejo, dado que intentaban llegar al ámbito de la Capital Federal. Allí fueron apresados y derivados a la citada comisaría.
Los hechos
Una de las facciones es la “vieja barra”, que antes respondía a Pablo Álvarez, hoy apartado y abocado a su “bar temático” de Independiente. Quienes conocen a fondo la barra señalan a Juani, de Gerli, como quien asumió el mando, que sumó gente procedente de Barracas. El otro grupo es el que siempre se referenció en César Loquillo Rodríguez y Matías “Sting” Oliveras, que históricamente estuvo enfrentado a los seguidores de Bebote.
Independiente jugará en condición de visitante (el sábado, desde las 20.15, ante Vélez, en Liniers) en el fin de semana que quedará marcado por el regreso del público (con un aforo del 50%) a los estadios tras un año y medio de ausencia por la pandemia de coronavirus. El Rojo volverá a recibir a sus hinchas en la fecha 15, cuando reciba en el Libertadores de América a Gimnasia La Plata.
La efervescencia por la chance de volver al paravalancha desató un sinfín de focos de conflicto en el fútbol argentino. Por ejemplo, el de la barra de Arsenal, que el fin de semana también se enfrentó a los tiros cuando una de las facciones intentó llegar al sitio donde la otra guardaba las banderas para robarlas. El saldo: tres heridos de bala, 25 barras demorados, y el secuestro de un arma de fuego e infinidad de armas blancas y cuchillos.
Otros casos
También hubo batallas intestinas en Racing, Berazategui y Belgrano de Córdoba. Y un episodio entre barras: la de la Academia y, precisamente, un grupo de Independiente. Hace 10 días, cuando el autodenominado grupo “Los Pibes de Racing”, la nueva facción que comanda la tribuna albiceleste, regresó al Cilindro a retirar las banderas que había colgado en el duelo ante Talleres por la Liga Profesional, pasó por el barrio 4 de junio, justo en el cruce de las calles Vélez Sarsfield y Limay, y se encontró con que había 15 barras del Diablo en la calle.
Primero fueron insultos de un lado a otro, después algunos piedrazos, hasta que la barra de Racing decidió bajarse y entrar al barrio a producir un enfrentamiento que fue tremendo, porque a la superioridad numérica inicial de los violentos de la Academia que empezaron rompiendo todo lo que estaba a su paso, la gente del barrio respondió y hubo varias detonaciones de armas de fuego quedando dos heridos, ambos de Racing, uno llamado Jesús Bogado con un orificio de bala a la altura del peroné que debió ser internado aunque ya está fuera de peligro. Todo duró varios minutos hasta que llegó la Policía, que estaba a diez cuadras del lugar, en el estadio, finalizando el operativo de seguridad.
Vuelve el público en el fútbol argentino. Y las internas en las barras bravas recrudecen para quedarse con los negocios.