Recibió acuerdo transversal de todos los bloques y fue dictaminada por unanimidad. Busca tipificar como delito la violencia digital a través la extorsión y difusión no consentida de material íntimo.
Con acuerdo transversal, el proyecto de “Ley Olimpia” sobre violencia digital de género logró hoy el dictamen de comisión que le faltaba en la Cámara de Diputados y quedó listo para ser tratado en el recinto en una próxima sesión.
En una reunión de la comisión de Comunicaciones e Informática, la iniciativa consiguió dictamen dos semanas después que que fuera avalada en la comisiones de Mujeres y Diversidad.
La propuesta busca modificar la ley de Protección Integral contra la Violencia de Género 26.485 para tipificar como delito la figura de la violencia digital a través de la extorsión y difusión no consentido de material sexual.
A su vez, la normativa habilita a los jueces a la remoción del contenido íntimo del entorno digital, y busca evitar interpretaciones de la ley que no favorezcan a las víctimas.
La iniciativa fue presentada en julio pasado con la presencia de la ex ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidades Elizabeth Gómez Alcorta y está inspirada en la “Ley Olimpia” que se sancionó en México en 2021 en homenaje a Olimpia Coral Melo, una joven mexicana que fue víctima de “porno extorsión” y “porno venganza” por parte de una ex pareja.
La ley Olimpia es una norma modelo en materia de legislación contra la violencia digital de género, abordando los delitos que violan la intimidad sexual de las personas a través de medios digitales, sancionando la difusión sin consentimiento de cualquier contenido íntimo.
El dictamen que este miércoles avanzó en Diputados incorpora en el artículo 6 la definición de la violencia digital o en línea como aquella que “se ejerce mediante el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), y que implique la obtención, reproducción y difusión por cualquier medio de datos personales, material digital real o simulado, íntimo o de desnudez de las mujeres, sin su consentimiento”.
También engloba la difusión de “discursos de odio de género, patrones estereotipados sexistas, o que impliquen situaciones de acoso, amenaza, extorsión o control virtual, o acciones que atenten contra la integridad sexual o identidad digital de las mujeres a través de las TIC”.
Se define violencia contra las mujeres “toda conducta, acción u omisión, que, de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, en el plano analógico o virtual, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal”.
El debate
La reunión de la comisión de Comunicaciones no fue encabezada por su presidente, Pablo Carro, quien se encontraba de licencia por razones de salud, y fue reemplazado en esa responsabilidad por la radical Karina Banfi, un dato que daba la pauta de que el acuerdo para dictaminar entre oficialismo y oposición era total.
Una de las primeras en tomar la palabra fue la oficialista Mónica Macha, presidenta de la comisión de Mujeres y autora del proyecto, quien explicó que “lo que busca es poder incorporar a nuestra ley una tipificación de la violencia digital como una forma de violencia por motivos de género, lo que nos permitirá incluirla en las políticas públicas”.
La legisladora kirchnerista subrayó la importancia de “situar el entorno digital como territorio de esta época: lo que sucede ahí es real; lo virtual es real, tiene efectos en las vidas de las persona”.
En este sentido, advirtió que la circulación de imágenes sin consentimiento “genera un padecimiento psíquico, que tiene después consecuencias en la salud física y personal”.
Además puntualizó que esta iniciativa se complementa con la Ley Belén cuya finalidad es sancionar la violencia digital como un delito, por lo que propone una reforma de tipo penal.
La diputada kirchnerista Florencia Lampreabe señaló, por su parte, que “no se puede no hablar de la violencia política, de los discursos de odio y del intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner”.
En ese sentido, indicó que previamente al atentado contra la vicepresidenta “había un clima que se había gestado contra Cristina Kirchner” a través de “los grandes medios, con discursos deshumanizantes”.
Le salió al cruce la macrista Sabrina Ajmechet, quien dijo que “lamentaba muchísimo que se intentara transmitir “una visión militante y sesgada sobre el tema, y que se esté tratando de ensuciar un proyecto de esta relevancia haciendo chicanas a la oposición y sin llevar a una discusión seria sobre qué es un discurso de libertad y un discurso de odio”.
También se mostró indignada con Lampreabe la diputada Paula Omodeo (Creo-Juntos por el Cambio), quien lamentó que “en vez de poner el problema en el centro y trabajar sobre consensos, empezamos a ideologizar una comisión que no tenía por qué”.
“Estamos poniendo las cuestiones políticas sobre los problemas de los argentinos, y los argentinos están cansados de que todas las discusiones sean políticas”, agregó.
En defensa de la camporista salió la oficialista María Rosa Martínez, quien aclaró que “los diputados hacemos política, somos militantes y construimos políticas para transformar la realidad”.
“Particularizar en el caso de la vicepresidenta, pensé que iba a ser algo absolutamente racional en esta comisión, más allá de la ideología política”, recalcó, y agregó que “las consecuencias sobre la vida y circunstancia familiar que acontece a Cristina y Florencia (Kirchner) y su desempeño es absolutamente evidente”.