El equipo de fiscales que continúa con la búsqueda de la niña Guadalupe Lucero, de cuya desaparición en San Luis se cumplen hoy dos años, actualizó su fotografía con un programa que simula su evolución física y el aspecto que tendría en la actualidad.
El Ministerio Público Fiscal publicó este miércoles en su página un repaso de todas las medidas de prueba producidas desde el momento de la desaparición, ninguna de las cuales permitió establecer con certeza qué fue lo que ocurrió con la pequeña Guadalupe.
La búsqueda está en manos de un equipo de cuatro fiscales: el titular de la Fiscalía Federal de San Luis, Cristian Rachid, el fiscal federal Leonel Gómez Barbella y los titulares de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), Alejandra Mángano y Marcelo Colombo.
Guadalupe Lucero desapareció el 14 de junio de 2021 en el barrio 544 viviendas de la capital provincial, donde se encontraba de visita por un cumpleaños familiar.
Hace un año, los fiscales realizaron una “reconstrucción” sobre la base de la información recolectada, lo que permitió precisar el rango horario en que se produjo la desaparición: “Entre las 19 y las 19:05 horas”.
“Se relevaron 150 cuerpos de antecedentes de la investigación, se recabaron 100 testimonios de familiares y vecinos, algunos de los cuales habían declarado por primera vez en el marco de la intervención federal, y se realizaron evaluaciones psicológicas a niños, niñas y adolescentes que estuvieron presentes al momento del hecho”, precisó el reporte del Ministerio Público.
La investigación persiste en la teoría que indica que “la última persona adulta (ajena a la familia) vista en el lugar y horario próximos a la desaparición fue una mujer vestida de negro y con capucha”. No obstante, la niña sigue sin aparecer.
Entre el 26 y el 29 de abril de 2022 se realizó un rastrillaje en el predio de casi 600 mil metros cuadrados, ubicado entre el barrio 544 viviendas y la autopista Serranías Puntanas de la ciudad de San Luis con una metodología orientada a descartar la línea que sugería que la niña podría haber sufrido un accidente en el descampado mientras jugaba en la calle con otros menores de edad.
“Allí se levantaron restos óseos, cuyo análisis fue requerido al Instituto de Medicina Forense del Poder Judicial de Córdoba y el Equipo Argentino de Antropología Forense. Los especialistas establecieron que se trataba de huesos de fauna”, consigna el reporte.
Sin embargo, fueron hallados huesos cuyo origen y etiología “no había sido posible determinar debido a la exposición al calor, estado de carbonización y calcinación del material”.
En diciembre del año pasado, la asociación Colectiva de Intervención ante las Violencias (CIAV) entrevistó a vecinos del barrio en el que vivía Guadalupe y “amplió el radio geográfico en el que se estaban llevando a cabo las diligencias probatorias, considerando que los hechos habían acaecido en un barrio diferente a aquel donde vivía”.
“Permanentemente se encomienda a un grupo de Gendarmería Nacional abocado con exclusividad para esta búsqueda el desarrollo de las tareas pertinentes respecto de las denuncias nuevas recibidas”, unas 30 sólo en el último año, precisa el informe.
Tampoco el relevo de datos aportados por la compañía Google Inc. Sobre 24 dispositivos que habían mantenido actividad el 14 de junio de 2021 entre las 18.40 y las 19.30 horas –lapso durante el cual ocurrió la desaparición- en un radio de cien metros arrojó resultados concretos.