El mediocampista vive un buen momento en Colegiales, que está segundo en la B Metropolitana apenas un punto detrás de Merlo. El nicoleño de 33 años dio sus primeros pasos en Belgrano y se fue muy joven a River, donde llegó a integrar la Reserva. Repasamos con él su extenso periplo.
EZEQUIEL GUISONE
[email protected]
Mauro Scatularo se fue a los 14 años a River, y con el Monumental de fondo vivió la etapa más importante de su formación como futbolista. Sin embargo, el millonario lo dejó libre cuando él ya estaba jugando en Reserva, obligándolo de repente a “cambiar el chip” y encarar una carrera profesional llena de obstáculos, que fue sorteando siempre con la mejor disposición. Jugó de chiquito en el Baby de Juan XXIII -“obligado por mi mamá”, confesó entre risas- y luego hizo la primera etapa de Inferiores en Belgrano. “No llegué a jugar en Primera en San Nicolás y es mi cuenta pendiente”, reconoció el nicoleño en diálogo con La Deportiva, que se emite por Radio U 89.9.
Hoy vive su segunda etapa en Colegiales, donde pasó sus mejores momentos. “Le tengo un cariño enorme porque fue el primer club que siendo profesional me abrió las puertas en Buenos Aires. En su momento si no jugabas en Primera no te conocía nadie, tenías que irte a la provincia. Me fue muy bien y lo siento como una familia; podías ir tranquilo a la cancha que nunca había problemas, y eso que nos hemos jugado descensos y demás”, contó Scatularo, y continuó: “Es un club bien de barrio, muy de familia. Estoy muy cómodo. Hoy en día la dirigencia que está lo puso muy lindo, se ha pintado, están terminando un gimnasio nuevo, están arreglando la cancha de Baby, ha crecido muchísimo con respecto a cuando yo llegué en 2015, así que estoy contento de volver a un lugar que yo lo siento como mi casa”.
El “tricolor” suma 19 puntos y está segundo a un punto de Merlo en la B Metropolitana. Hace un par de fechas, el nicoleño convirtió un gol clave en el triunfo frente a Comunicaciones, que marcó su vuelta al gol después de mucho tiempo. “Estaba jugando de lateral izquierdo y el arco lo tenía lejos”, tiró el volante. “Así que volví a mi posición natural en el medio, en este club en el que me ha ido muy bien y gracias a Dios me tocó hacer ese gol para conseguir los tres puntos en esa cancha complicada, ante un rival muy duro”.
“Si ves la tabla, del primero al octavo hay tres puntos de diferencia y cualquiera le puede ganar a cualquiera”, definió Mauro a la actual B Metropolitana “No hay grandes candidatos. Es un campeonato muy parejo y puede pasar cualquier cosa. Lo importante es que conseguimos una regularidad en estos últimos cuatro partidos y esperemos seguir así, depende de nosotros”, agregó.
Después de salir de River tuvo su única experiencia en el exterior. “Fui a Puerto Montt, en Chile, donde pasé un año y medio hermoso, y terminé rescindiendo contrato porque mi representante me había conseguido una posibilidad de irme a Brasil donde me triplicaban la plata, pero terminó siendo cualquier cosa”, recordó. De ahí volvió a Buenos Aires y jugó en la C, en UAI Urquiza.
En el Interior
Scatularo conoce bien las categorías federales, habiendo jugado en Sarmiento de Resistencia, Chaco For Ever y Juventud Unida Universitario de San Luis, entre otros. En cuanto a las diferencias entre los torneos metropolitanos y del interior, definió: “A mí me tocó estar en San Luis, en Chaco, en equipos muy poderosos donde el Gobierno aporta mucho dinero para que las cosas vayan mejor a lo que es la B Metropolitana. En el caso de Colegiales, es un club muy chico, no tiene los ingresos que puede llegar a tener un equipo de otra provincia. Después en cuando al nivel por ahí se puede jugar un poquito más en el interior. La B Metropolitana es más competitiva, no te respeta nadie. En el Federal A hay equipos fuertes, que sabés que si vas a la cancha de ellos no les ganás… es una triste realidad, vas a rescatar algo pero terminás jugando contra 12 o contra 13, y es complicado… Acá en la B Metropolitana eso por ahí no se ve. En el Federal A se nota mucho la diferencia entre los equipos grandes y los chicos. En la B Metropolitana cualquiera le puede ganar a cualquiera y está todo mucho más parejo”.
San Nicolás
“Me encantaría jugar la Liga de San Nicolás”, sorprendió Mauro. “Es mi cuenta pendiente, porque me fui muy chico”, agregó. Más allá de que hizo las inferiores en Belgrano, reconoció que “tengo buena relación con la gente de Regatas, que nos dieron una mano en su momento cuando La Emilia se inundó, y fuimos para allá con Colegiales a jugar un amistoso”. De todas maneras, aún ve lejana la posibilidad porque se imagina jugando unos años más en Bienos Aires. En ese contexto, expresó que “ascender con Colegiales sería un sueño. Ya en 2016 tuvimos una campaña hermosa, pero faltando seis fechas empezamos a empatar, a perder… habíamos estado 14 fechas sin derrotas, y se nos terminó escapando y ascendió Flandria. Hoy estamos en la misma posición que aquel entonces y faltando seis fechas, ganar la posibilidad de jugar una final a fin de año sería lo más importante para la gente y para nosotros”.