Los Andes no dio lugar a las sorpresas y logró el ascenso a la A1 de la Primera local. Y una de sus principales figuras fue el base, ex Belgrano y Somisa. Después de un año y medio de inactividad “Gonza” volvió a las canchas, para jugar con sus amigos.
De la Redacción de EL NORTE
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Desde que comenzó a competir en la Primera División de la Asociación de Básquetbol de San Nicolás, Los Andes se había propuesto competir entre los mejores. Sin embargo, en un par de ocasiones se le truncó la posibilidad de ascender a la A1, si bien ya había probado inclusive con competir a nivel regional en la CAB 1. Hasta que con la llegada de Ariel Amarillo a la dirección técnica la dirigencia del Tucura dio un golpe sobre la mesa. A eso se le agregaron este año algunas incorporaciones de nivel, gracias a las cuales pudo dar el salto de calidad. Los Andes sumó con los arribos de Federico Pascual (14 títulos), Leonardo Lete, Gonzalo Silvero (ambos con 11) y Leandro Saavedra (5) sangre campeona en el ámbito local, quedándose con los máximos ganadores en toda la historia de la categoría (además volvió Juan Canca al club). La incorporación que más ruido hizo fue la de Silvero, puesto que el base había decidido alejarse de las canchas por motivos laborales, aquejado, a su vez, por algunos problemas físicos que arrastraba de su última lesión de rodilla. No obstante, convencido por sus ex compañeros y amigos como Pascual y Lete, el ex Belgrano y Somisa (campeón del Provincial de Clubes con los dos) a los 31 años aceptó la propuesta de Los Andes y regresó a la actividad. La resultante de esta suma de nombres y de jerarquía fue el ascenso desde la A2, en medio de una campaña acorde a lo esperado (con una sola derrota en el camino, ante La Emilia en reducto ajeno). De esta manera, Los Andes en el torneo Clausura jugará en la A1. A todo esto se refirió Silvero en diálogo con el programa La Deportiva de Radio U (89.9)
En primer lugar, Gonzalo expresó: “Por suerte conseguimos el objetivo que nos propusimos que era ascender”. “La verdad que estoy muy contento de formar parte del grupo –confesó- y tengo una alegría inmensa por haber podido volver a jugar y a pisar una cancha, porque hacía mucho que no jugaba y no estaba en los planes tampoco volver”. “Había empezado a entrenarme en Belgrano para moverme un poco para entrar en ritmo pero por mis turnos en la fábrica se me complica entrenar normalmente”, agregó. Luego, Silvero contó: “Después de que me llamara Ariel (Amarillo) se me hizo más fácil tomar la decisión de volver, de probar de nuevo, por los jugadores que estaban llegando, y por poder estar otra vez con Leo, con Fede, pero también con Lean (Saavedra) y con Juan (Canca), con quienes compartimos varios provinciales con la Selección de San Nicolás, en los que peleamos por el título mano a mano con Bahía Blanca”.
Silvero sufrió un par de lesiones en sus rodillas en momentos en los que su presencia era fundamental para Somisa. Producto de la segunda de estas lesiones había comenzado a sentir dolores y, como ya no tenía un lugar fijo en el plantel profesional somisero y había comenzado a trabajar, decidió dejar el básquet. A casi dos años de esa determinación, Silvero se erigió en pieza decisiva de Los Andes, del que fue su goleador en la mayoría de los encuentros de la fase regular. “Me sentí muy bien y eso me deja tranquilo, porque después de un largo tiempo sin jugar la verdad es que no sabía cómo iba a responder mí físico y sobre todo mi rodilla”, manifestó, para luego destacar: “El cuerpo técnico, con Ariel y el profe Leo (de la Rosa) junto con mis compañeros me dieron mucha confianza y eso hizo que me fuera sintiendo cada vez más cómodo con el correr de los partidos”.
Por último, “Gonza” brindó sus sensaciones desde lo espiritual por su vuelta a la competencia. “Es muy lindo estar jugando de nuevo, la verdad era lo que se extrañaba, hacía mucho que no estaba en un entrenamiento, en un partido, compartir los viajes y las charlas con mis compañeros, algún asado, y sin tantas exigencias porque nosotros estamos entrenando tres veces por semana y habitualmente jugamos durante la semana también”, valoró.
Seguramente desde ahora haya Silvero para rato en el baloncesto nicoleño. Habrá que ver si al mismo tiempo Los Andes apuesta nuevamente por competir en campeonatos zonales. Y si Silvero podrá ser de la partida. Por lo pronto, la anaranjada está feliz porque se reencontró con uno de los que mejor la trataba en San Nicolás. Un verdadero campeón que está de regreso.