El Gobierno de Alberto Fernández tomó la decisión de subsidiar al millonario Ricardo Juncos y su hobby de tener un equipo de autos en la categoría IndyCar.
Juncos Hollinger Racing es la propietaria de dos coches de competición y solicitó al gobierno nacional asistencia, lo que se traduce en casi 100.000 dólares por competencia.
El ex consejero Alejandro Fargosi escribió en las redes sociales: “A un corredor llamado (Agustín) Canapino le aportamos entre todos. A la fuerza, US$ 100.000 por cada carrera que corre en EEUU. Acá, hacemos colectas en las redes para salvar la vida de gente que necesita remedios carísimos”.
En estos momentos donde los funcionarios se reúnen un domingo para tomar medidas para controlar precios y evitar la fuga de dólares se supo que como contrapartida de un aviso en el auto con el slogan “Visit Argentina” desde el Banco Central salen 93.750 dólares por cada carrera.
Un artículo publicado por el diario La Nación indica que “el cheque para el IndyCar quedó expuesto en la decisión administrativa 356. Última modificación presupuestaria, que se publicó el 2 de mayo pasado”.
“Es menester modificar el presupuesto del Instituto Nacional de Promoción Turística (Improtur), ente del Sector Público Nacional. Actuante en el ámbito del Ministerio de Turismo y Deportes. Incrementando los gastos corrientes en compensación con las aplicaciones financieras para la atención de acciones promocionales correspondientes al Campeonato de IndyCar 2023. El que se desarrolla en Estados Unidos de América”, señala la resolución el Boletín Oficial.
Por esta razón, puede apreciarse las decisiones de la Casa Rosada para desembolsar 25 millones de dólares para adquirir un avión presidencial Boeing 757-256. Con más de 20 años de antigüedad.